Tres semanas después de la apertura del sistema de automatrícula la universidad reconoce «algunos fallos» en la aplicación que «no es la más eficiente desde el punto de vista de los alumnos».  Al mismo tiempo, explica que la finalidad del artículo 27 del nuevo reglamento es  lograr una «matrícula ordenada» para que el estudiante curse «con una secuencia lógica y no caprichosa» sus estudios y obtenga así el «máximo aprovechamiento», según el director de comunicación.

Sevilla Actualidad. La Universidad de Sevilla (US) reconoció ayer «algunos fallos» en el sistema de automatriculación por Internet debido a que, según explicó a Europa Press el director de comunicación de la US, José Álvarez, «no es el más eficiente desde el punto de vista de los alumnos», pero aseguró que «ningún estudiante se quedará sin plaza en ninguna de las asignaturas obligatorias y troncales» que ofrece la Hispalense en sus distintos centros.

En este sentido, Álvarez precisó que la Universidad, «en caso de que fuera necesario, pondrá todos los recursos humanos y materiales para que se creen los grupos y cursos de las asignaturas obligatorias y troncales que hagan falta», aunque dudó de tener que llevar a cabo esta estrategia ya que, tras conocer las notas de los exámenes de septiembre, «habrá alumnos que se desmatriculen de asignaturas que pensaban que no iban a aprobar y queden vacantes para otros».

Según el director de comunicación de la US, esta situación se ha derivado de la puesta en marcha este curso 2009-2010 del artículo 27 del Reglamento General de Actividades Docentes, que obliga a los estudiantes a matricularse de todas las asignaturas que tengan pendientes de cursos anteriores y que sean obligatorias.

Pepe Álvarez, Dircom. de la US


 »La matrícula ordenada busca una secuencia lógica y no caprichosa de los estudios para obtener así el máximo aprovechamiento»


Esta «matrícula ordenada», cuya «única finalidad», a juicio de Álvarez, es la de que todos los alumnos cursen sus estudios «con una secuencia lógica, y no caprichosa, para obtener así el máximo aprovechamiento», ha provocado que la gran mayoría de los estudiantes, «incluso desde varios ordenadores a la vez, se hayan precipitado en elegir los grupos que más le convenían, agotando las plazas casi desde el primer día de matriculación», el pasado 7 de septiembre.

En cuanto a la posibilidad de ampliar la aplicación informática que sostiene el sistema de automatrícula de la US, Álvarez indicó que «se va a estudiar y buscar algunos mecanismos que ayuden a paliar esto y que no primen sólo el orden de llegada como criterio a la hora de la matriculación», pero aseguró que, «en ningún caso», se va a ampliar o crear un nuevo soporte para ello porque, según ejemplificó, «no tiene sentido crear una autopista de 20 carriles sólo para la operación salida de verano».

De esta forma la Universidad de Sevilla no estudia ampliar sus servidores para facilitar en adelante el acceso a sus estudiantes, y  responde así al descontento generalizado de los usuarios de la automatrícula por el colapso de la aplicación y a los múltiples errores, que fueron una constante desde la primera jornada.

Críticas de estudiantes y sindicatos

Por su parte, el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus) insistió en que la Hispalense «no ha sido para nada previsora con el exceso de demanda de algunas asignaturas en las que ahora muchos alumnos están obligados a matricularse» y, por ello, según explicó a Europa Press el delegado del Cadus, Rafael Román, pedirá al rector la convocatoria de un claustro extraordinario para «debatir o incluso proponer la eliminación» del citado artículo 27 del Reglamento de la Actividad Docente.

Central Sindical Independiente y de Funcionarios


 «El nuevo reglamento vulnera los derechos de los profesores y va en contra de facilitar un buen funcionamiento de la institución»


Son «muchísimas personas la que no han podido obtener plaza en las asignaturas obligatorias y troncales en las que forzosamente tienen que matricularse», así lo recoge por ejemplo un dossier con más de 130 correos electrónicos que la Delegación de Alumnos de la Facultad de Comunicación de Sevilla recibió con las experiencias de los alumnos (De las licenciaturas de Publicidad y Relaciones Públicas, Comunicación Audiovisual, y Periodismo) con la aplicación de automatrícula y los efectos del artículo 27 en ellos.

Este dossier lo entregaron los representantes de los alumnos a la Vicerrectora de Estudiantes el pasado lunes, tras ser analizado en la Junta de Facultad del Centro el viernes anterior. De ahí, que el Cadus esté reuniéndose con los delegados de las distintas facultades para «ver qué estrategia van a seguir a partir de ahora».

También el sindicato Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) criticó el citado reglamento, del que aseguró que «no sólo vulnera» los derechos de los profesores sino que también va «en contra de facilitar el buen funcionamiento de la institución», según informó en una nota de prensa.

Además, el sindicato recordó que dicho reglamento fue aprobado en el mes de febrero «sin haber sido negociado con ningún sindicato» y señaló, asimismo, que supone «un agravio para los docentes», ya que ahora «los profesores funcionarios, a la hora de elegir docencia, no tienen, en función del grado de doctor, por qué tener prioridad frente a los no funcionarios».

Sevilla Actualidad fue el primer medio de comunicación que se hizo eco de los problemas que los estudiantes de primer y segundo ciclo de la Hispalense han venido padeciendo con la aplicación de automatrícula desde su apertura el pasado día 7 de septiembre.

Así, el diario digital de información continua de Sevilla y su Provincia recogía el colapso de la aplicación durante la primera jornada, el récord de alumnos matriculados celebrado por la Hispalense, o las críticas del Cadus al no reconocer  ésta los problemas de la automatrícula que permaneció desactivada el 11 de septiembre (coincidienco con el acceso al mismo de otros centros de la Universidad de Sevilla) así como la aplicación «con fines recaudatorios» del artículo 27 que obliga a los alumnos a matricularse en todas las asignaturas pendientes.

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