Extramuros. Aunque en la actualidad esta calle, con sus 186 m de longitud y comprendida entre Reyes Católicos donde empieza y Marqués de Parada donde termina, forma parte del Casco Antiguo [41011], cuando se creó a mediados del siglo XIX discurría por una amplia zona sin urbanizar a espaldas de la muralla, ‘las afueras de la Puerta de Triana’. De ahí que, desde su formación, tuviese un trazado recto y se concibiera como un paseo con arbolado, una especie de arrecife terrestre. No fue hasta 1859 cuando se rotuló con el nombre de Julio César (100-44 a. C.), en recuerdo del político, militar y gobernante romano que, como dice el documento municipal que justifica el topónimo, “según la tradición cercó a Sevilla de murallas y torres altas”.

A propósito de esta leyenda juliana de las murallas, en la parte superior de la casa que hace esquina en la calle Maese Rodrigo con la Puerta Jerez, existe una lápida de lectura no fácil por su altura y estado de conservación que reza así: “Hércules me edificó, Julio César me cercó de muros y torres altas, y el Rey Santo me ganó con Garci Pérez de Vargas”. Dejo aquí este apunte, no sin antes recordar que Maese Rodrigo, en realidad el carmonense Rodrigo Fernández de Santaella y Córdoba (1444-1509) clérigo y doctor en Teología, fue el fundador en 1505 del Colegio de Santa María de Jesús, origen de la Universidad de Sevilla. O sea que aquí hay tema.

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Catedrático de Física y Química jubilado. Autor del blog 'Enroque de Ciencia' (carlosroquesanchez@gmail.com)