Captaban a trabajadores en Rumania a quienes ofrecían falsas promesas de trabajo para trasladarlos a Sevilla donde los explotaban en condiciones cercanas a la esclavitud.

La Policía Nacional ha desarticulado en Sevilla una organización criminal dedicada a captar, trasladar y explotar a ciudadanos rumanos que trabajaban en tareas agrícolas en condiciones cercanas a la esclavitud, sin descansos y que vivían hacinados en pisos en pésimas condiciones de habitabilidad.

Los agentes han conseguido liberar a un total de quince personas y han detenido a todos los integrantes de la organización, un total de cinco personas entre las que se encontraba el jefe de la misma.

Estaban sometidos a jornadas y condiciones laborales cercanas a la esclavitud

La investigación se inició a raíz de varias denuncias interpuestas por ciudadanos rumanos, algunas de ellas tramitadas en Rumania, en la que ponían en conocimiento de las Autoridades que habían sido víctimas de una organización criminal dedicada al tráfico de mano de obra y que habían sido captados y trasladados a España, concretamente a Sevilla, para trabajar en superficies agrícolas en condiciones infrahumanas.

Los agentes especializados en este tipo de delitos, contando con la colaboración de las Autoridades Rumanas y de la Inspección Provincial de Trabajo de Sevilla, realizaron las primeras diligencias a fin de comprobar la veracidad de estos hechos.

En primer lugar, y con los datos obtenidos mediante las denuncias, los agentes procedieron a localizar e identificar a las personas que podrían estar detrás de esta trama de explotación de trabajadores extranjeros en Sevilla dando como resultado la constatación de la existencia de un grupo organizado de personas que podría estar dedicándose a esta actividad delictiva.

El grupo, formado por un total de cinco individuos de nacionalidad rumana, estaba totalmente organizado con una estratégica división de tareas en la que el cabecilla, administrador de una empresa de servicios agrarios, y su esposa, testaferro de dicha empresa disponían la distribución de funciones en las que destacaba una tercera persona encargada de captar y trasladar a los trabajadores y otros dos que ejercían el control sobre los mismos.

Una vez en nuestro país, estas personas eran enclaustradas en pisos de los que la propia organización disponía llegando a convivir hasta dieciocho personas de manera simultánea teniendo que compartir cama y pagando a la organización elevadas cantidades de dinero en conceptos de alquiler y recibos de luz y agua que hacía que los 900 euros que ganaban los trabajadores menguaran hasta los tan sólo 200.

Documentos falsificados para justificar los permisos de trabajo

En el momento de las detenciones, que se produjeron en la explotación agraria donde estas personas eran obligadas a trabajar durante una extensa jornada de trabajo y sin descanso, los implicados presentaron a los agentes documentos de identidad falsos haciendo pasar a los trabajadores explotados por otros ciudadanos rumanos con permisos de trabajo con la intención de eludir a las Autoridades.

Finalmente, los cinco implicados, todos ellos sin antecedentes policiales anteriores fueron arrestados y puestos a disposición de la Autoridad Judicial decretándose el ingreso en prisión del cabecilla de la trama, consiguiendo la liberación de los quince trabajadores explotados.

www.SevillaActualidad.com