Ecologistas en Acción Sevilla ha denunciado que el proyecto del para la Línea 3 del metro «sería un grave despilfarro». Según la información presentada, este tramo de la Línea 3 costaría 1045 millones de euros. Esta cantidad no se incluyen posible sobrecostes «que en el caso de la Línea 1 significaron un incremento del 20% sobre lo presupuestado», señalan los ecologistas.

«Estos números son escandalosos, y deberían obligar a no malgastar dinero público en esta obra y a que las administraciones públicas se replantearan como solucionar los problemas de movilidad en el área metropolitana de Sevilla. Los expertos califican una obra de este tipo como rentable cuando el número de viajeros al día por millón de euros invertidos es mayor de 150».

Ecologistas en Acción no considera «que un Metro subterráneo como el que se pretenda construir sea negativo a priori». «Simplemente es ruinoso», cuentan los ecologistas que, consideran, los argumentos para que no se construya «son de mucho peso». Los Ecologistas consideran que el debate sobre la construcción del Metro «ha contaminado el debate sobre la movilidad sostenible en la ciudad de Sevilla en las últimas décadas, impendiendo que se debaten e implementen otro tipo de soluciones».

«En los últimos tiempos parecía que la ciudad había salido de este círculo perverso al proponerse en el PGOU la puesta en marcha de plataformas reservadas en superficie de autobuses de gran capacidad y alta velocidad comercial, la solución conocida como BTR. Nos tememos que la discusión política sobre quien tiene presuntamente que financiar esta Línea de Metro retrase la puesta en marcha de estas líneas de transporte público».

Ecologistas en Acción pide que «no se malgaste dinero público en una obra despilfarradora como la que plantea, y que los poderes públicos dediquen sus energía a poner en marcha formas de transporte público eficientes y sostenibles tanto ambientalmente como económicamente para todos los barrios. Y que lo hagan rápido. Sevilla no puede volver a esperar otra década enfrascada en un debate sobre quien paga una obra carisma, que al final pagaremos usuarios y contribuyentes».