Sevilla y Cádiz son las dos provincias andaluzas que cuentan con el mayor volumen de pacientes de amianto estudiados y seguidos por los médicos. En concreto, en el Hospital Virgen de Valme de Sevilla, llevan dos décadas realizando un seguimiento a las personas que han estado expuestas a este material por su situación laboral, así como aquellas otras con exposición doméstica (familiares de trabajadores) y que suman 300 personas en total. Todo ello dentro del marco del programa vigente en España desde 203 para el cribado y vigilancia de trabajadores expuestos.

En Sevilla, este seguimiento ha estado vinculado a los trabajadores de la Uralita, con el Valme y el Virgen del Rocío a la cabeza; mientras que en Cádiz, se vincula al seguimiento de trabajadores de Astilleros, con los hospitales Puerta del Mar y Puerto Real como referentes.

Qué es el amianto

El asbesto, más conocido en nuestro país como amianto, es un mineral que se presenta en la naturaleza en forma fibrosa y estructura cristalina. Existe una amplia gama de variedades de amianto que se caracterizan por su incombustibilidad, un buen aislamiento térmico y acústico, su resistencia a altas temperaturas y al paso de la electricidad, a la abrasión y a los microorganismos. Estas propiedades han hecho del amianto un elemento muy útil en la industria de la construcción. En España, el período de máxima utilización es el comprendido entre los años 1960 y 1984.

Sin embargo, se comprobó que los trabajadores que lo manipulaban desarrollaban diferentes enfermedades, constituyendo un carcinógeno de primer orden. La principal causa de ello es que este material se deteriora con el paso del tiempo y desprende unas fibras que pueden ser inhaladas y no son expulsadas al exterior. Por ello, el amianto se convierte en una prioridad de salud pública, siendo desde 1987 reconocido como carcinógeno por la OMS y habiendo sido a partir de esa fecha prohibido en España y desde 2002 totalmente prohibido su uso.

Elevado período de latencia, oscilando entre 10 y 50 años

Según el jefe del servicio de Neumología del hospital sevillano, Francisco Campos, «el motivo del seguimiento de las personas expuestas al amianto deriva de dos factores. Por un lado, la aparición de enfermedades relacionadas con la exposición al asbesto, teniendo todas ellas como característica común su elevado tiempo de latencia; es decir, el tiempo transcurrido desde la primera exposición hasta la aparición de la patología, que suele oscilar entre 10 y 50 años. Y, por otro lado, el carácter médico legal que se deriva del diagnóstico de las mismas».

Estos condicionantes avalan la actividad sanitaria en cuanto a vigilancia y seguimiento de posibles personas afectadas por su exposición al material. En el caso del Hospital Universitario de Valme, estos pacientes post-expuestos al amianto son actualmente revisados en una consulta monográfica de enfermedades intersticiales (denominación que se identifica con un grupo de enfermedades que causan inflamación o cicatrización de los pulmones). Sus referentes son las neumólogas Zulema Palacios, Inmaculada Alfageme e Inés de la Cruz. Y, precisamente, según destaca Palacios, las patologías más frecuentemente desarrolladas por este centro de perfil benigno son las placas pleurales y asbestosis. Mientras que las de patología maligna, desarrolladas en una minoría de pacientes, se corresponden con la neoplasia pulmonar o mesotelioma.

La fábrica de uralita en Sevilla

En Sevilla, la fuente principal de exposición se atribuye a la fábrica de Uralita (fabricación y mecanizado de productos de fibrocemento ) que se clausuró en el año 2002. La incidencia de enfermedades relacionadas con el amianto se produce por exposición tanto doméstica (familiares de trabajadores que manipulan la ropa de trabajo de los pacientes directamente expuestos) como ocupacional, siendo las industrias relacionadas con este ámbito: la construcción, la industria del automóvil y del ferrocarril, la de fabricación y mecanizado de productos de fibrocemento (Uralita), la Industria naval, textil y de transporte, tratamiento y gestión de residuos, entre otras.

Al respecto, la neumóloga Inés de la Cruz destaca entre las diversas enfermedades relacionadas con la exposición al amianto: la fibrosis pleural (localizada y difusa), el derrame pleural por asbesto, atelectasia redonda, asbestosis, neoplasia pulmonar, laringea o mesotelioma y otras menos frecuentes como la fibrosis retroperitoneal y la pericarditis constrictiva.

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