El Juego del Calamar, la serie surcoreana que está arrasando en Netflix y que se ha convertido en la más vista de la plataforma, ha llegado a los colegios sevillanos. Los niños recrean las escenas de este telefilme asiático en el patio del colegio, donde se agreden entre ellos.

La serie, no recomendada para menores de 16 años, se ha vuelto tan popular entre adultos como entre los más pequeños. En ella se cuenta la historia de 400 personas con problemas económicos que acceden a jugar a varios juegos a cambio de una gran suma de dinero. La consecuencia de perder es la propia muerte, aspecto que los escolares han trasladado al recreo en forma de patadas, empujones y puñetazos.

«Los niños hacen un juego similar en el que el perdedor recibe una paliza», detalla Pepi García, portavoz en Sevilla de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos. «En algunos centros educativos han alertado a las familias de que los niños estaban participando en la hora del recreo en juegos similares». «La temática es violenta. Es una serie para mayores de 16, no para niños de primaria», indicaba Pepi García.

Algunos centros educativos de la provincia ya se han puesto manos a la obra y han enviado circulares a los padres advirtiendo de este macabro juego. Las charlas informativas a los alumnos también han tenido cabida en este asunto. En ellas se les ha informado del peligro que tiene el visionado de este tipo de series a tan corta edad, y lo que conlleva repetir esas prácticas con sus compañeros.

«Aunque no sean muchos los centros que están alertando, es preocupante, y hay que actuar de inmediato», sentenciaba García. Sin embargo, el trabajo comienza en casa, donde los progenitores, algunos desconocedores de la existencia de esta serie, deben vigilar y regular lo que ven sus hijos.

Halloween y El Juego del Calamar

Restan apenas dos semanas para la llegada de Halloween, que este año cae el fin de semana y será festejado por muchos niños y mayores. Las tiendas de disfraces ya se preparan para hacer su agosto y cuentan que los disfraces de esta serie están completamente agotados. Quedan algunos monos, pero las inconfundibles máscaras con el triángulo, el cuadrado o el círculo están agotadas. Algunas tiendas cuentan, incluso, que no esperan poder reponerlos hasta el mes de diciembre.

Sin embargo, lo que más preocupa, es la gran cantidad de niños que vienen acompañados de sus padres a comprar el disfraz. Muchos de ellos, al no encontrar lo que buscan, terminan llevándose disfraces similares.

La macabra serie con crítica social que está arrasando

Seong Gi-hun se ahoga en las deudas mientras roba dinero a su madre para apostar en carreras de caballos. Sin embargo, un día, en el andén del metro se topa con un hombre trajeado que le invita a jugar a un sencillo juego a cambio de una suma importante de dinero. ¿El precio de perder? un bofetón. Él acepta y, tras salir victorioso, es invitado a participar en un juego mayor, donde la recompensa es también mayor.

Así es como el protagonista se adentra en un juego en el que compartirá espacio con 455 personas más, todas ellas cargadas de deudas, por una recompensa de 45.600 millones de wones (unos 32 millones de euros). Lo que no saben es que lo único que están poniendo en juego son sus vidas.

Así es como empieza El juego del calamar, la exitosa producción de Netflix que, según Ted Sarandos, codirector ejecutivo de la plataforma, podría llegar a ser la serie original de Netflix más vista de la historia. Llegaría a superar incluso a superproducciones de habla no inglesa de la compañía, como La casa de papel o Lupin. «Es muy probable que sea nuestro programa más exitoso de todos los tiempos, es enormemente popular», dijo Sarandos.

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