Inscribir a un hijo recién nacido en el Registro Civil es uno de los primeros trámites que tienen que atravesar los padres cuando nace un bebé. Y esto es algo que para José Guerrero Roldán, el Yuyu, se ha convertido en una auténtica odisea.

El pasado 25 de septiembre, su mujer, María, daba a luz en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla a su tercer hijo. Y ahí comienza el periplo del conocido autor de chirigotas del Carnaval de Cádiz que ha ido narrando en su cuenta de Twitter. Allí el conocido humorista y presentador ha detallado la auténtica aventura en la que se está convirtiendo hacer este trámite administrativo a la par importante y simple, para que su hijo conste oficialmente como nacido.

«Lo del Registro Civil de Sevilla es de vergüenza. Dos días llamando para coger Cita Previa y comunica a todas horas. ¿Habrá que coger Cita Previa para pedir Cita Previa?. Y al no contestar habrá que ir y perder tu tiempo, para que cuando estés allí te digan que hay que coger cita».

El actual locutor de radio en Canal Sur tiraba de su habitual humor para expresar una situación que termina por convertirse en desesperante. Finalmente, ha terminado acudiendo presencialmente, donde una trabajadora del Registro le ha ayudado con los trámites.

«Una buena información telefónica puede evitar que una persona tenga que ir dos veces y por consiguiente molestar dos veces», manifestaba el Yuyu, que señalaba que «si se informa al ciudadano como es debido por teléfono se va cuando hay que ir, cómo hay que ir y con lo que hay que ir».

«Con eso se evita hacer perder el tiempo al ciudadano y al funcionario. Y sobre estos últimos, como en todo en la vida, hay quien hace bien su trabajo (qué son muchísimos) y otros que no lo hacen. Y por supuesto que todo esto también es culpa de las administraciones y políticos», contaba el autor gaditano, con una reflexión sobre cómo debería funcionar el Registro Civil.

Periodista 'todoterreno'. Enamorado del balompié y de sus variantes. Apasionado por conocer. 'El fútbol es la cosa más importante de las menos importantes'. Arrigo Sacchi.