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La primera aeronave que operó en el antiguo Cortijo de San Pablo fue el emblemático Graf Zeppelin, aterrizó a las 19.55 horas del 11 de julio de 1933, y traía a bordo a 18 viajeros procedentes de Alemania.

El Aeropuerto de Sevilla cumple mañana 80 años de historia, un periplo por el que han pasado y del que han sido testigos directos cerca de 86 millones de pasajeros y 1,6 millones de vuelos.

El 11 de julio de 1933, el improvisado aeródromo de Tablada cedía el protagonismo a una estación de amarre de dirigibles en el Cortijo de San Pablo, a 10 kilómetros al noroeste de la capital hispalense. Allí, en unos terrenos cedidos gratuitamente por Ildefonso Marañón Lavín y tras una inversión de 14 millones de pesetas, se levantarían los cimientos del actual aeropuerto de la ciudad.

La primera aeronave que operó en las nuevas instalaciones fue el emblemático Graff Zeppelin. Aterrizó a las ocho menos cinco de la tarde de ese 11 de julio, y traía a 18 pasajeros a bordo, a los que se agasajó con un refrigerio a base de vino, refrescos y gazpacho andaluz.

Procedente de Alemania, este dirigible abriría el camino a la pretendida proyección internacional con la que nació la estación, donde, el 31 de octubre, tras tres días y medio de travesía, llegó a tomar tierra un dirigible con origen en Akron (Ohio, Estados Unidos).

Durante la Guerra Civil, el flamante “aeropuerto” de Sevilla sería punto de llegada de las tropas africanas, y a esos vuelos se unieron muy pronto los de la compañía Iberia entre las líneas Tetuán-Sevilla-Vitoria, Sevilla-Salamanca y Sevilla-Larache-Las Palmas. Por aquel entonces, un billete de ida y vuelta a Tetuán costaba 225 pesetas, y a Las Palmas, 1.080.

Esa circunstancia supuso el pistoletazo de salida a un importante proceso de crecimiento, que daría lugar a la construcción de un aeropuerto con varias pistas en 1945 y al inicio, en 1957, de las obras para levantar un edificio terminal y una torre de control.

Desde entonces, las mejoras serían continuas, pero la transformación más ambiciosa se produciría tres décadas después, con vistas a la celebración de la Exposición Universal de 1992.

Cifras récord

En términos generales, la gran etapa expansiva del Aeropuerto de Sevilla arrancó con la primera década de este siglo. Esto ha requerido la ejecución de una serie de mejoras, que permitieran responder al crecimiento de la demanda con garantías de calidad y eficiencia. Gracias a ello, el aeropuerto dispone hoy de capacidad operativa suficiente como para atender el incremento del tráfico que pueda darse de aquí a 2025.

En el análisis de esa evolución, 2011 despunta como un año histórico, ya que el aeródromo registró su récord de pasajeros, al rozar los 4,6 millones.

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