encierro-trabajadores-once-sevilla

Cuatro trabajadores del Colegio Luis Braille de la ONCE en Sevilla mantienen un encierro en su lugar de trabajo y una huelga de hambre como medida de “presión” ante la decisión de cerrar el centro educativo.

Los empleados han iniciado su encierro este viernes después de que la dirección del centro haya decidido suspender las negociaciones con el Comité de Empresa, por lo que rechaza negociar la cifra de doce despidos y nueve traslados forzosos de una plantilla de hasta 117 trabajadores, apunta a Sevilla Actualidad el portavoz de los trabajadores y miembro de la sección sindical de Comisiones Obreras, Luciniano Rodríguez.

Mientras tanto, y según asegura Rodríguez, la dirección del Colegio de la ONCE ha dado orden de apagar el aire acondicionado y dejar tan sólo el agua caliente. Asimismo, ha instado a que no se permita la entrada a los trabajadores que, haciendo turnos, habían salido a comprar agua y recoger material para el encierro. De hecho, uno de los propios empleados que inició el encierro no pudo regresar al centro tras salir para hacerse acopio de medicinas.

Precisamente, los empleados tuvieron que solicitar este fin de semana la presencia de agentes de la Policía Nacional para facilitar la entrega de este tipo de material a los compañeros que permanecen encerrados en las instalaciones.

La dirección de la ONCE presentó a finales de junio a los trabajadores la relación de despidos y traslados, aunque sin detallar nombres en su documento. Pese a una actitud inicial proclive al diálogo, los trabajadores sostienen que éste se rompió de forma unilateral el pasado viernes. Fue entonces cuando decidieron iniciar el encierro como “única solución”.

“No tiene sentido convocar una huelga porque muchos compañeros están de vacaciones en estos momentos”, afirma Luciniano Rodríguez. Y es que, pese a que todavía se mantienen abiertas una decena de unidades, la actividad en el centro se reduce al mínimo durante el verano. De hecho, algunos profesores podrían conocer su despido nada más reincorporarse a su puesto de trabajo.

En el texto presentado por el Comité de Empresa aseguran que “no existe información al respecto” de la situación económica y financiera de la empresa, “sino una afirmación genérica sobre lo caro que sale el personal. (…) Los representantes de los trabajadores tienen derecho a conocer la documentación contable de la empresa: el balance, la cuenta de resultados y la memoria”, añade el documento.

“Sin estos datos, es imposible evaluar la necesidad que tiene la empresa de recurrir a los despidos y traslados. Por tanto, solicitamos situación de la producción y ventas, su programa de producción y la evolución probable del empleo; y el balance, la cuenta de resultados y la memoria”.

Traslado a Madrid

El portavoz de los trabajadores y educador del centro Luis Braille ha avanzado a Sevilla Actualidad que varios profesores más esperan sumarse a este encierro durante la mañana del martes. Será entonces cuando se convoque una nueva asamblea para decidir si se mantiene la huelga de hambre.

Mientras tanto, Luciniano Rodríguez asegura que la dirección del centro ha dado la orden de mantenerles “totalmente incomunicados”.

Algunos profesores llevan más de 20 años trabajando en el colegio que la ONCE mantiene abierto en Sevilla para niños con discapacidad visual y auditiva. En el último curso han sido 32 los alumnos que han estudiado en este centro educativo que, a su vez, funciona como residencia.

“Podrían haber sido más, pero la dirección decidió no convocar el resto de plazas. El Colegio Luis Braille tiene capacidad para muchos alumnos más”. Precisamente éste es otro de los argumentos de la ONCE que, según el portavoz de los trabajadores, afirma que para el próximo curso sólo hay 20 alumnos matriculados, “pero porque no se han convocado más plazas”, asegura Rodríguez.

“En la actualidad se imparte en el Colegio Educación Primaria, ESO y el P.C.P.I. de Auxiliar de Comercio y Almacén, ascendiendo a 32 alumnos. Para el curso próximo, a 24 de junio, hay 20 alumnos admitidos en servicio de escolarización, lo cual significaría una bajada de matrícula. Sin embargo, se obvia que hay 20 alumnos confirmados, antes de la convocatoria de plazas del curso de P.C.P.I. Sabemos que la ONCE ha renunciado a esa convocatoria, a la que la Administración estaba comprometida”, se apunta en el documento del Comité de Empresa.

“Cada convocatoria de este centro se ha hecho ofertando 25 plazas, siendo el año en que menos se han cubierto, 13. No existe una bajada de matrícula sino una voluntad de bajarla, porque en ningún caso era previsible que el número de alumnos fuera menor que el anterior. Esta decisión afecta directamente al empleo”.

Los de Sevilla y Madrid son los únicos colegios que la ONCE mantiene abiertos actualmente. Hace una década llegaron a ser cinco, estos dos más los de Pontevedra, Barcelona y Alicante. “En Sevilla, al menos, hemos resistido hasta ahora”, dice Luciniano Rodríguez. Con el cierre que se propone del centro de Sevilla, la dirección obligaría a los alumnos a su traslado a Madrid, “con las consiguientes dificultades para sus familias”, recuerda.

A la espera de que sus medidas de “presión” sienten a la ONCE en la mesa de negociación, los trabajadores del centro educativo y sus familiares han iniciado una campaña de movilización social a través de las redes bajo el hasthag #encierroColegioONCE y creando un grupo en facebook.

www.SevillaActualidad.com

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...