Ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center durante el 11S / (Wikimedia Commons) Themachinestops -Flikr-
Ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center durante el 11S / (Wikimedia Commons) Themachinestops -Flikr-

11 de septiembre de 2001, 11S, una fecha que dejó cicatriz en el tejido de Occidente: hoy se cumplen 20 años del atentado terrorista que cambió el mundo.

Aquel martes tres de cuatro aviones secuestrados por terroristas suicidas impactaron contra las dos Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York y el mismísimo Pentágono, dejando cerca de 3000 muertos, material para dos invasiones, sospechas de juego sucio, una miríada de teorías de la conspiración y un país que nunca volvería a ser el mismo. Fue el amanecer de una cultura del miedo, donde pasó a importar menos el «cómo» que el «para qué», donde la libertad pasó a un segundo plano mientras el estado ganaba cada vez más terreno en pro de una maltrecha seguridad.

Apenas un mes después, EEUU lanzó los primeros ataques contra Afganistán, presunto epicentro de los núcleos terroristas de Al Qaeda. Los talibanes, que se encontraban entonces en el gobierno, habían condenado los atentados, pero eso no impidió al gobierno de George W. Bush atacar el país bajo la bandera de los 2996 muertos del World Trade Center. Comenzaba entonces una invasión que concluía este pasado agosto, 20 años más tarde, con la retirada de las últimas tropas estadounidenses y el regreso del gobierno talibán.

Para el ciudadano de a pie, el 11S cambió los protocolos de seguridad, especialmente en los aviones, donde se extremaron las precauciones a niveles que, entonces, eran casi inimaginables; pero el cambio fue mucho más trascendente: cambió el patrón de la guerra contra el terrorismo, una bandera que pasó a ser también la excusa de violaciones de derechos humanos como las de Guantánamo, ese centro de detención fuera de territorio estadounidense donde, desde torturas hasta retención de inocentes, todo valía… y en el que resta aún medio centenar de presos pese a las promesas a medio cumplir de Barack Obama.

Del 11S al 11M, pasando por Afganistán e Iraq

La invasión de Afganistán no acabó con Bin Laden, que no fue ejecutado sino hasta diez años después, en una rápida operación militar. Sí fue el inicio del fin de la paz para Iraq, un país que vio cómo, en 2003, una alianza occidental entre EEUU, Reino Unido y España se ponía a la cabeza de una brutal invasión apenas maquillada bajo la ya excusa universal de la guerra contra el terrorismo: «armas de destrucción masiva» que nunca se probaron, un dudoso «refugio» de terroristas… El ataque a Iraq desencadenó a su vez una nueva oleada de terror, que dejaría en España cerca de 200 muertos el 11 de marzo de 2004.

El dolor, el miedo y la muerte viajaron del corazón financiero de Nueva York a Oriente Medio. Con EEUU a la cabeza, el infierno del World Trade Center se trasladó a dos países enteros, sumidos en el caos desde entonces. Las violaciones de los derechos humanos no se quedaron en Guatánamo: se repitieron bajo el paso de las tropas en Afganistán e Iraq y levantaron oleadas de indignación en Occidente. Manifestaciones multitudinarias habían recorrido ya en 2003 España bajo aquel «No a la guerra» que nunca fue escuchado, pero no detendrían el desastre en Oriente Medio.

La huella dejada por la caída de las Torres Gemelas marcaría a una generación, enrocada a veces en el miedo y con sectores cayendo directamente en la islamofobia, culpando a una religión de un conflicto político. Dos guerras más tarde, las reivindicaciones de Al Qaeda siguen hoy provocando muertos, mientras que los estados dan una y otra vuelta de tuerca tecnológica al control de sus poblaciones.

Más «seguros» que nunca y restando aún más libertades en las sombras, el 11S sigue marcando buena parte del camino, mientras Afganistán vuelve apenas a la casilla de salida. Hoy se cumplen 20 años del peor ataque terrorista, 20 años de una herida que ha cicatrizado mal en los miedos de Occidente.