El Hospital Universitario Virgen del Rocío ha puesto en marcha un protocolo de prevención del suicidio para personas adultas y otro específico dirigido a adolescentes que está demostrando agilizar la atención que se les presta. Así, en su primer año en funcionamiento, los especialistas de Salud Mental han detectado de manera precoz las conductas suicidas en estas personas y han evitado que se consumen los suicidios en la mayoría de los casos.

Este viernes, Día Mundial de la Prevención del Suicidio, estos profesionales recuerdan la importancia de contar con planes asistenciales específicos para atender este problema adaptados a los diferentes grupos de edad. Además, recuerdan que los principales signos y síntomas de alerta de estas conductas suicidas son el expresar deseos de estar muerto, sentimiento de vacío, culpa, vergüenza, desesperanza o decir que no tiene razón para seguir viviendo. Igualmente, manifestar un plan o estar buscando de manera frecuente métodos de suicidio en internet, expresar de manera reiterada ser una carga para otros, el aislamiento social y familiar y realizar acciones de despedida inusuales/inesperadas a amigos y familiares.

Los profesionales recomiendan que si estas señales de alarma aparecen en una persona o alguien cercano, hay que pedir ayuda con urgencia. Especialmente si estos signos son nuevos o han aumentado recientemente.

Además, existen otros factores de riesgo como intentos de suicidios previos, historia familiar de suicidio, padecer depresión, otras enfermedades mentales o problemas por abuso de drogas, enfermedades medicas crónicas o dolor crónico. También influyen las situaciones vitales reciente de pérdida (muertes, trabajo, económica, pareja…) y la existencia de suicidios recientes en el entorno familiar, amigos, pareja, personajes públicos.

La importancia de la Salud Mental de la población

En un año donde la pandemia por SARS-COV-2 ha obligado a reestructurar la actividad asistencial de los centros sanitarios, la Salud Mental se ha erigido como uno de los grandes pilares en los que apoyarse para dar una respuesta a las nuevas necesidades de la población. Una población especialmente vulnerable ha sido la de los adolescentes, por lo que el protocolo de prevención de suicidio del Hospital Universitario Virgen del Rocío ha reforzado en este tiempo las intervenciones en esta franja de edad, con intervenciones más agiles que permitieran una mayor accesibilidad y una intervención psicológica especifica.

 «El suicidio se puede prevenir en muchas ocasiones. Como se predecía, la pandemia ha traído una oleada paralela de problemas de salud mental, y entre ellos la conducta suicida», subraya Benedicto Crespo, director de la unidad de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen del Rocío.