Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, han desarticulado presuntamente una organización criminal especializada en el robo de bicicletas eléctricas y de alta gama, que operaba de forma itinerante por toda la comunidad autónoma andaluza y provincias limítrofes. Se han detenido a los siete integrantes de la organización, entre los que se encuentra el cabecilla y se han recuperado 20 vehículos de lujo y casi una veintena de bicicletas de alta gama, que preparaban para su introducción en el mercado negro.

Bicicletas valoradas hasta en 8000 euros cada una

Esta operación conjunta denominada Terror-Feline, se inició cuando los agentes detectaron un entramado de personas afincadas en la provincia de Sevilla que se estaban dedicando al robo con fuerza en naves industriales y establecimientos comerciales, siendo su objetivo principal la sustracción de bicicletas de alta gama y eléctricas de gran valor en el mercado (un valor medio de 3000 euros cada una, llegando incluso a sustraer bicicletas por valor de 8000 euros).

Organización criminal perfectamente estructurada

Igualmente, los investigadores comprobaron que esta organización criminal contaba con gran especialización y estaba perfectamente estructurada, jerarquizada y estable, existiendo un reparto concreto de tareas entre sus integrantes.

En un primer escalón se encontraban los informadores, ellos obtenían información sobre los lugares a atacar, comprobaban sus medidas de seguridad, horarios, prioridad de establecimientos por la importancia de mercancía que tuviera almacenada y donde exactamente se ubicaban.

En un segundo escalón se encontraban los que sustraían los vehículos de alta gama para desplazarse hasta los robos, y que utilizan también para alunizar. Aquí, a los vehículos sustraídos les cambiaban las placas de matrícula por la de otros turismos de la misma marca y modelo que no figurasen sustraídos, para poder desplazarse con los mismos con total tranquilidad evitando ser detectados por las fuerzas y cuerpos policiales.

Una vez establecido el día y la hora, principalmente mediante butrones y alunizajes, accedían a las diferentes naves y empresas, manipulando para ello los sistemas de alarma y seguridad, no dudando en emplear la violencia para conseguir sus objetivos o para asegurarse la huida.

El último escalón correspondía a aquellos que disponían el material sustraído en el mercado negro y falsificaban los documentos.

Todo capitaneado por el líder de la organización criminal, que dirigía tanto la preparación de los hechos, el desarrollo y la posterior salida de los objetos sustraídos.

Operación Terror-Feline

Una vez identificados todos los integrantes de la organización criminal y los lugares que empleaban para ocultar los objetos sustraídos, los agentes realizaron seis registros simultáneos y practicaron las seis detenciones.

Durante las gestiones investigativas, desde el mes de abril hasta agosto, se han recuperado 20 vehículos, la mayoría de ellos de lujo, llegando a costar algunos de ellos 140.000 euros, también gran cantidad de teléfonos móviles, patinetes eléctricos, siete armas simuladas, multitud de dispositivos electrónicos, gran cantidad de herramientas cuyo uso está íntimamente relacionado con la comisión de estos robos, como reprogramadores de centralitas, sistema de apertura de vehículos, grilletes, walkie talkie, inhibidores de frecuencia, así como casi 20 bicicletas de gama alta alguna de ellas eléctricas; ascendiendo el valor total estimado a unos 700.000 euros.

Este operativo llevado a cabo en coordinación por el Grupo Operativo de Investigación Delincuencia Organizada contra el Patrimonio incardinado en la UDEV, Unidad Especializada y Violenta de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla de la Policía Nacional y el Equipo de Delitos contra el Patrimonio, de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Sevilla, permanece abierto, no descartándose nuevas detenciones.