Inmaculada Ramos en su consulta con un paciente pediátrico. SA


El Hospital Universitario Virgen Macarena participa en la configuración de la nueva Estrategia de atención a la salud de la infancia y adolescencia de Andalucía. Inmaculada Ramos Sánchez, pediatra del centro sanitario especializada en la atención de niños con trastornos en el neurodesarrollo y de recién nacidos de riesgo neurológico en los seis primeros años de vida, compartió su experiencia de más de 35 años en el terreno en una reunión técnica celebrada recientemente. 

Así, la neuropediatra del centro hospitalario sevillano contribuirá con su dilatada experiencia asistencial a perfilar una Estrategia que tiene la finalidad de mejorar la salud y el bienestar de la infancia andaluza. Una vez finalizada la elaboración de este documento regional, éste permanecerá vigente hasta 2025.

En este texto se consensuarán las directrices asistenciales desde un enfoque integral que debe seguir la atención pediátrica del servicio público sanitario andaluz y coordinará las intervenciones de las distintas administraciones y entidades ciudadanas de Andalucía, para aunar y armonizar actuaciones frente a los retos actuales de la salud infantil.

La pediatra del Hospital Universitario Virgen Macarena, que también es docente en la Universidad de Sevilla y pertenece al Grupo Andaluz de Investigación en Psiquiatría Infanto-Juvenil, coordina desde hace más de tres décadas la Unidad de Seguimiento Neuromadurativo y de Neurodesarrollo del servicio de Pediatría del centro sevillano. Una unidad compuesta por una neuropediatra y una psicóloga infantil, pionera en Andalucía en sus inicios, que atiende cada año más de 1600 consultas.    

Los trastornos del neurodesarrollo, que afectan al 15-20 % de la población infantil, suponen un retraso o alteración en la adquisición de habilidades motoras, sociales, comunicativas, lingüísticas y cognitivas debido a una alteración en la formación y maduración de circuitos cerebrales. Forman parte de este grupo de afecciones los trastornos del espectro autista, los Trastornos por déficit de atención con hiperactividad o la Discapacidad Intelectual, entre otros. 

La formulación de esta estrategia en la que participa el Macarena, aprobada recientemente por acuerdo del Consejo del Gobierno andaluz,  pretende sensibilizar sobre la relevancia de crecer sanos, fomentar una cultura de la salud pública como fuente de desarrollo personal y del autocuidado, intervenir sobre los determinantes de la salud infantil y optimizar la adecuación de las intervenciones sociosanitarias según edad y características personales.

«La detección de los factores de riesgos pre y peri-natales y la identificación de signos de alerta del desarrollo, acompañado de un seguimiento neuromadurativo del niño, posibilitan un diagnóstico y tratamiento precoz. Aspectos que son fundamentales para reducir o evitar discapacidades o trastornos del desarrollo y favorecer una mejor calidad de vida al niño y su familia», advierte la doctora Ramos.