Audiencia Nacional / FDV

50 millones de dólares es la cantidad que esta organización, entre la que figuran ocho sevillanos, ha conseguido estafar a 50.000 personas en una gran estafa piramidal internacional. La acusación de la Audiencia Nacional pedirá en septiembre condenas de hasta once años de cárcel para los 22 acusados, de los cuales ocho son sevillanos.

Unetenet era el nombre que recibía la empresa ficticia a través de la que estafaban a las personas. Se anunciaban como una empresa «multinivel», aunque no vendían «ningún producto, servicio o elemento objetivo tangible».

Así, la fiscalía destaca su «ingenio y desparpajo» porque «la única manera de recuperar la inversión era recurrir al dinero procedente del alta de nuevos socios a los que se les prometía ganar dinero por simple publicidad».

La primera denuncia se hizo en Sevilla

La primera denuncia que se cursó se hizo en el Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla. Sin embargo, dada la dimensión de esta estafa piramidal, esta fue remitida a la Audiencia Nacional.

Entre las personas que serán juzgadas, se encuentra una ciudadana bielorrusa residente en Alcalá de Guadaíra. Su papel era realizar los vídeos publicitarios que se difundirían para captar socios en Europa del Este.

Fue entre enero y septiembre de 2014 cuando los acusados organizaron eventos en hoteles lujosos de Sevilla. Allí hacían entrega de cheques de hasta 50.000 dólares.

Lujos

El abogado de la mayor acusación afirma que los cabecillas demostraron un «ingenio y desparpajo fuera de toda duda para diseñar atrevidas estrategias de marketing».

Entre las falsas promesas que hacían, prometían que si un particular invertía 18.000 dólares, podría obtener unos beneficios de 67.000 anuales. Así, en sus eventos de lujo conseguían atraer a más personas.

Mientras, el dinero se blanqueaba o se guardaba en cuentas en Letonia, Malta, Croacia, Liechtenstein, Eslovenia, San Vicente y las Granadinas y otros paraísos fiscales.

Invención de la moneda ‘únete’

El principio del fin tuvo lugar cuando se investigó la cuenta de Letonia al tener «fundada sospecha de que estaba siendo utilizada para recibir elevadas cantidades de dinero fraudulentas», la unidad de inteligencia del país.

Entonces «en un nuevo alarde de ingenio» los estafadores llevaron a cabo un «cambio estratégico del modelo de negocio» para lo que dijeron haber creado un «sistema económico independiente» con una «moneda social» llamada únete. A esta moneda le «asignaron caprichosamente el valor de un dólar norteamericano». 

La Fiscalía presupone que el total de estafados sería de 50.000 personas de todo el mundo.