El Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado los trabajos para la restauración de la Cruz de la Inquisición ubicada en la Casa Consistorial, en el ángulo formado entre el arquillo y la Sala Capitular Baja.

El contrato, con un importe de adjudicación de 10.890 euros, tiene como objetivo reparar este elemento patrimonial de principios del siglo XX tras sufrir un acto vandálico y al mismo tiempo resolver otros problemas de conservación atribuibles al paso del tiempo y al impacto de las lluvias y el viento. Tiene una duración estimada de dos meses.

El proyecto contempla con anterioridad a la intervención directa sobre la obra la realización de estudios analíticos, geológicos y microbiológicos. Los trabajos posteriores consistirán en aplicar un tratamiento biocida, desinfectar y eliminar microorganismos, limpiar y retirar de la superficie los depósitos de polvo, suciedad y hongos, eliminar restos de adhesivos de intervenciones anteriores, tratar la corrosión del hierro, reconstruir la escultura, consolidar los soportes pétreos, reintegrar las piezas perdidas con materiales similares a los originales y, por último, aplicar una capa de protección final realizada con hidrofugante sillico orgánico y un tratamiento antigraffiti. En ninguno de estos trabajos se podrán introducir variables que puedan trastocar el mensaje artístico y estético que se pretendió transmitir en el momento de la concepción de la obra, según establecen los pliegos del contrato.

La Cruz de la Inquisición

La Casa Consistorial del Ayuntamiento de Sevilla fue declarada Monumento Histórico en 1931 y catalogada como B.I.C. en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz en la tipología de Monumento. Con anterioridad, se había colocado en el mismo lugar otra Cruz de la Inquisición, datada a finales del siglo XVIII, de líneas rectas y carentes de ornamentación, como conmemoración del último caso de muerte en la hoguera (año 1781). Por tanto, era muy distinta a la actual.

Algunos autores apuntan a que el arquitecto encargado de la reforma de la fachada, hacia la segunda mitad del siglo XIX, Demetrio de los Ríos, basándose en la idea de que su estética dieciochesca desentonaba con el estilo plateresco del edificio, propuso su sustitución. Lo sería finalmente en 1903, guardando un enorme parecido con la cruz que actualmente se encuentra en una hornacina en el apeadero de la Casa Guardiola.

La cruz del Ayuntamiento de Sevilla se eleva sobre una columna de fuste estriado y ornamentado con guirnaldas vegetales, mientras que la de la Casa Guardiola apoya sobre un capitel. En el proceso de conservación y restauración de la Cruz de la Inquisición, la empresa adjudicataria deberá realizar un estudio histórico en profundidad que, entre otras cuestiones, pueda aportar datos sobre la relación existente entre ambas piezas.

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