Los tatuajes han recorrido un largo camino en la historia de su desarrollo. Desde los tiempos más remotos, el hombre ha usado su piel para grabar dibujos o símbolos, marcas que los identificaban como miembros de un grupo o incluso los excluían de otros. En ocasiones, tanto es así que tener un tatuaje estaba relacionado con los ambientes marginales o la cárcel, con los marineros o con ovejas descarriadas.  

Hoy en día, un tatuaje está mucho más integrado en la sociedad. Desde el equipo de tatuadores del tattoo studio en Sevilla Los Santos Tattoo nos hacen partícipes de esta realidad: cada vez más, el público que va a tatuarse es más diverso, hay muchas más mujeres en un mundo que antes parece que solo estaba reservado para los hombres. Incluso, hoy, estar tatuado puede ser una ventaja para sumar puntos a la hora de conseguir trabajo.  

Un tattoo, un tabú

No en todas las profesiones es así; hay muchas en las que actualmente no puedes trabajar (o está mal visto) si tienes un tatuaje o, si lo tienes, debes tenerlo en alguna parte de tu cuerpo que no sea visible:  

  • Sector sanitario: médicos, enfermeros, incluso personal de mantenimiento.  
  • Sector bancario.  
  • Personal de restaurantes de lujo.  
  • Sector de la educación (sobre todo si se trata de infantil). 
  • Sector aeronáutico (pilotos).
  • Sector militar y fuerzas armadas.  
  • Empresas de seguridad de lujo.  
  • Bufetes de abogados.  

La presencia importa demasiado y, a simple vista, un tatuaje dice mucho de nuestra imagen, tanto en una entrevista como en el trabajo posterior: ya puedes tener todos los títulos de investigación existentes que, si tus manos están tatuadas, la vista de tu jefe o del cliente se clavarán en el dibujo.  

Invierte el rol

Pero el valor de la imagen es un arma de doble filo y puede jugar a nuestro favor: nuestro mundo actual es Internet y las redes. Pensemos por un momento en las profesiones que hoy triunfan, en los medios de comunicación y en el valor de la imagen. Como resultado, han surgido una serie de nuevas profesiones en las que no importa que luzcas uno o que incluso aumentan tu credibilidad

  • YouTuber.
  • Creador de contenido en plataformas como Twitch.  
  • Instagramer
  • Influencer

Tampoco hace falta ser tan modernos: dedicarse a profesiones de toda la vida, como la de vendedor, escritor, publicista, productor, freelancer o cocinero, es posible con un tatuaje. Dependerá de la cultura y la flexibilidad de la empresa a la hora de contratarte, pues recuerda que incluso la Constitución Española proclama que nadie puede ser discriminado por su imagen. Además, son más las empresas que contratan a personas tatuadas porque ofrecen una imagen más cool y moderna que las que se anclan en la rancia figura de «macarra» que no tiene ya nada que ver con el arte del tatuaje actual.  

Así que aprovecha tu tattoo, presume de estilo y de imagen y encuentra el trabajo que se adapte a tu forma de ser. Porque tu tatuaje no se interpone en tu camino, forma parte de él. ¡Sácale partido!