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Los expertos de la Universidad de Sevilla trabajan en un nuevo modelo que evitará que el paciente tenga que ir al centro de salud cada siete días a renovar la baja laboral y agilizará las consultas médicas.

El responsable del grupo de investigación Epidemiología Clínica, el profesor de la Facultad de Medicina y Director de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Pública (Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y Distrito Sanitario de Sevilla), Miguel Gili Miner, ha informado de que en este cálculo se tiene en cuenta la patología, la edad, el sexo y el expediente médico previo del paciente para determinar el número de días exactos. “Una vez pasen esos días es cuando el paciente vuelve a su médico y no antes, lo que agiliza la atención en las consultas y supone un ahorro económico también importante”, ha señalado Gili Miner. Este sistema está aún en fase de prueba pero se prevé que a lo largo de este año podría comenzar a implantarse en todos los Centros de Salud de Andalucía.

Se calcula que, de media, en España los médicos de familia dedican un 14% de su tiempo a tramitar bajas laborales, esto implica una sobre carga de trabajo así como centenares de millones de euros de costes burocráticos, mayores listas de espera así como molestias para el propio paciente, o en su lugar un familiar, que debe acudir cada siete días a su médico para renovar dicha baja.

Ante esta situación, expertos de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, trabajan en un método para la determinación del tiempo óptimo personalizado de la duración de la incapacidad temporal por diagnóstico con el que, de forma individualizada y en base a una serie de indicadores, se calcula el día exacto que tiene que estar de baja cada paciente.

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