La Guardia Civil ha detenido a 50 personas e imputado a otras 21 por falsificar ropa deportiva y perfumes de marca. Los cabecillas de la banda operaban desde distintas provincias, principalmente, Sevilla y Cádiz.

La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Walinkg’, ha desarticulado una de las mayores organizaciones afincada en España dedicada a la falsificación, distribución y venta de artículos de conocidas marcas comerciales, especialmente ropa deportiva y perfumes. Los agentes han detenido a 50 personas y han imputado a otras 21 por delitos Contra la propiedad industrial y la propiedad intelectual. Además, se ha incautado mercancía falsificada por valor de más de 2.184.000 de euros, así como más de 20.000 euros en metálico y se han  intervenido 16 vehículos.

La operación se inició tras detectar a varias personas, procedentes principalmente del Magreb y África Subsahariana, que se dedicaban a la venta de artículos falsificados de conocidas marcas comerciales. Principalmente operaban en época estival y navideña y sobre todo en las zonas más turísticas de la provincia de Cádiz.

Tras las primeras investigaciones, los agentes detectaron que estas personas eran captadas por un grupo organizado para la distribución del género falsificado y, debido a su situación personal y económica vulnerable, lo aceptaban a cambio de unos pequeños beneficios por las ventas.

Continuando con las investigaciones pudieron comprobar que el  punto de almacenaje y distribución se encontraba en unos garajes y naves de la provincia de Sevilla. Por ello, realizaron varios registros en naves y domicilios de Sevilla capital y El Cuervo, dando como resultado la incautación de miles de prendas y la detención de 10 de los principales distribuidores.

Posteriormente, en las provincias de Orense y Badajoz fueron localizados otros tres distribuidores de los productos falsificados a gran escala, y registraron 6 de sus domicilios, donde aprehendieron más de 10.000 artículos por valor de más de 700.000 euros y procedieron a la detención de las dos personas cabecillas del negocio.

Todos ellos fueron los responsables del envío de más de 250.000 artículos falsificados a distintos puntos del territorio nacional durante 2012. Para la distribución de la mercancía utilizaban empresas de paquetería y posteriormente en las diferentes provincias se encargaban de su venta otros distribuidores a menor escala.

Utilizaron el dinero recaudado para la financiación del crimen organizado

La organización utilizaba un complejo sistema de ingeniería financiera, que mediante el uso de testaferros y sociedades interpuestas, les permitían incluir en el circuito legal los grandes beneficios obtenidos por su actividad. Se detectó que los beneficios obtenidos con estas actividades habían sido utilizados para la financiación del crimen organizado. Dicha información estaba registrada también en los sistemas de alerta de la Europol.
 
Para la Guardia Civil, esta actividad ilícita ha perjudicado a un gran número de trabajadores y propietarios de medianos y pequeños establecimientos que tienen a la venta este tipo de artículos. Este sector ha visto caer el pasado año las ventas respecto a años anteriores. En algunos casos el porcentaje de las pérdidas económicas registradas han alcanzado hasta un 85%, lo que ha conllevado en muchos casos el cierre de algunos negocios. En esta operación han participado agentes del Equipo de delitos contra el patrimonio de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz.

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