Un estudio internacional con participación de la Universidad Pablo de Olavide muestra por primera vez la contribución real del cambio climático provocado por el hombre al aumento de las muertes debido al calor, no solo en Sevilla. Así, uno de los datos que aporta esta investigación es que, entre 1991 y 2018, el 31,8% de las muertes ocasionadas por calor en Sevilla son atribuibles al calentamiento global, lo que supone 39 muertes al año en los 28 años considerados en el estudio.

Publicada en la revista Nature Climate Change y coordinada por la Universidad de Berna y la Escuela de Higiene y Medicina tropical de Londres, esta investigación, la más amplia de este tipo hasta la fecha, ha empleado datos de 732 ciudades en 43 países de todo el mundo.
 
España es uno de los países de Europa del Sur dónde más calentamiento se ha observado. “El número de muertes por calor relacionado con el cambio climático es 704 por año en las capitales de provincia españolas, 177 en Madrid y 94 en Barcelona”, afirma la investigadora del Departamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales de la Universidad Pablo de Olavide Veronika Huber.

El cambio climático está afectando a la salud humana de varias maneras y una vía directa está representada por el aumento de la mortalidad y la morbilidad asociadas al calor. Los escenarios de las condiciones climáticas futuras predicen un aumento sustancial de las temperaturas medias y la amplificación de fenómenos extremos como olas de calor, lo que implicará un incremento de la presión asistencial en los sistemas de salud. Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio había evaluado si estos impactos ya se habían experimentado en las últimas décadas y en qué medida. La investigación que acaba de ver la luz evidencia que más de un tercio de las muertes relacionadas con el calor entre 1991 y 2018 pueden ser atribuidas a cambios en el clima relacionados con las actividades humanas.