Una pancarta en la entrada de Castilblanco de los Arroyos pide Justicia para Carlos Parra / Sevilla Actualidad

Familiares y amigos piden ‘Justicia para Carlos Parra’ con una pancarta extendida en la entrada de Castilblanco de los Arroyos, a dos kilómetros de donde tuvo lugar el accidente mortal. El juicio a José Ortega Cano empieza hoy.

El juicio por el accidente mortal que segó la vida de Carlos Parra el 28 de mayo de 2011 empieza esta mañana con la declaración de José Ortega Cano. El juicio se desarrollará a lo largo de cinco sesiones en las que están llamadas a declarar 30 personas hasta el 20 de marzo entre testigos y responsables de la investigación en la fase de instrucción que contempla el sumario del caso.

En la previa del inicio de las sesiones, familiares y amigos del vecino de Castilblanco fallecido al impactar con el vehículo de Ortega Cano hace casi dos años han desplegado una pancarta en la vía de acceso a esta localidad de la Sierra Norte donde se produjo el accidente. ‘Queremos Justicia para Carlos Parra’, sita la pancarta situada a sólo dos kilómetros del kilómetro 28 de la A-8002 donde se produjo el accidente. 

El diestro deberá de responder a tres cargos del Ministerio Fiscal: dos delitos contra la seguridad vial, por conducir de forma temeraria con una tasa de alcohol que triplica a la permitida -de 1,26 gramos por litro-, y otro de homicidio por imprudencia. El informe presentado por los peritos de la Guardia Civil asegura que el vehículo del torero circulaba a 125 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90, y el coche que conducía Carlos Parra en sentido contrario, a 51 kilómetros por hora. 

La Fiscalía pide para Ortega Cano una pena de cuatro años de cárcel, seis de retirada del carné, y el pago de 181.122 euros a la familia del fallecido. El relato de los hechos que hace el Ministerio Fiscal y consta en el sumario estima que el torero no se encontraba “en condiciones apropiadas para conducir”, debido a la “previa ingestión excesiva de bebidas alcohólicas que le mermaban los reflejos”. 

La conducción del diestro, al momento de producirse el accidente mortal, era “irregular, realizando maniobras arriesgadas para él mismo y los demás usuarios”. En este sentido se posicionaron cinco de los testigos que desde este martes declararán en la sesión judicial, y que en la noche en que se produjo el accidente alertaron al servicio de emergencias 112 de la conducción temeraria de un todoterreno en la carretera de Burguillos a Castilblanco de los Arroyos.

El juzgado solicitó al Instituto Nacional de Toxicología la prueba de alcoholemia en las muestras de sangre del diestro trece días después del accidente, y esta es la principal baza de la estrategia de la defensa de Ortega Cano: la anulación de la prueba, alegando que no se cumplió la cadena de custodia para llevarla con garantías al proceso penal.

El propio Ortega Cano ha tenido ocasión de ver la pancarta en Castilblanco de los Arroyos, camino de la dehesa la Yerbabuena, donde ha residido hasta su traslado a Madrid en 2012, y desde donde enfrenta, con profundos cambios en su vida tras su reciente paternidad, la verdad y la Justicia por la causa abierta dos años atrás.

Las muestras de afecto a Parra se han sucedido entre los vecinos de su pueblo desde el accidente que acabó con su vida. Cinco meses después del suceso, Nueva Izquierda Verde Andaluza (NIVA), partido en el que militaba, organizó un homenaje en el recinto ferial de Castilblanco de los Arroyos con la colaboración del sindicato CCOO, el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Diego Cañamero, y varias asociaciones locales en la que actuaron las bandas de rock andaluz favoritas del fallecido, Alameda y Triana, o el grupo sevillano Formas.

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