El Bar Citroen, mítico local hostelero de Sevilla, se encuentra tapiado tras su cierre el pasado mes de abril. Este casi centenario bar, con 92 años de servicio junto a la Plaza de España, se puede observar ahora con sus entradas tapiadas para evitar miradas indiscretas en su interior.
Empleados municipales tapiaban un Bar Citroen que saldrá ahora a concurso público por parte del Ayuntamiento de Sevilla para seguir siendo explotado junto a un lugar en el que el tráfico de turistas es constante.
Desde el pasado 13 de abril el Bar Citroen, junto al Parque de María Luisa, se encuentra cerrado. Ese mismo día falleció el que era su actual propietario, Benito González Yañez, a su vez nieto del fundador. Este suceso fue uno de los desencadenantes para que sus familiares decidieran terminar con la actividad de este mítico negocio. El bar, además, se había convertido en protagonista de un litigio judicial entre sus gestores y el consistorio.
El hijo del hasta ahora propietario reconocía entonces que en la decisión han influido varios factores, a parte de la muerte de su padre. La bajada de las ventas por la pandemia y la sentencia del Supremo a favor del Ayuntamiento habrían sido otros de los motivos. La familia estaba a la espera de que este ejecutara el fallo del Supremo, lo que supone la apertura de una convocatoria de libre concurrencia para hacerse con el establecimiento tras años de batalla judicial en la que los tribunales acabaron dándole la razón a la administración local.
Un cierre que se une al de otros muchos negocios hosteleros tradicionales que la pandemia se ha llevado consigo. El Bar Citroen, junto a la Bodega El Punto, en el Arenal, el Becerra en la calle Gamazo, Casa Eme en Puerta Osario, o la Bodega Vargas en Rodrigo de Triana ya quedan en el recuerdo de una ciudad que ve como poco a poco pierde sus locales hosteleros más históricos.