Twitter es una red social capaz de sacar lo peor y lo mejor del ser humano. Y, aunque esta plataforma suela ser noticia por causas negativas, en esta ocasión, la red se ha llenado de alegría e ilusión ante el sentimiento de beticismo tan puro que muestra un padre a sus hijos. Lo que más ha gracia ha causado en la red social es la manera tan peculiar que tuvo este padre para comunicarles el resultado del partido a sus hijos, que tuvieron que irse a dormir. Y es que, además, este usuario de Twitter ha mostrado como viven sus hijos el sentimiento verdiblanco, y cómo es para ellos vivir un «día de Betis».

Es así como Pepe y Gonzalo, nuestros dos protagonistas, acuden acompañados de su padre a los aledaños del estadio para recibir a su Real Betis Balompié. Sus ánimos y entusiasmo es la viva representación de los valores de la afición verdiblanca.

Pero, tal y como explica el acerbo popular, «antes es la obligación que la devoción». De esta manera, aunque Pepe y Gonzalo apoyaran a su equipo hasta el 1-0, debían irse a dormir para poder hacer frente a su jornada en el cole al día siguiente. Pero para ellos, ante todo esta el Betis, así que le dejaron una labor a sus entregados padres. «Papi, déjanos en la puerta como ha quedado el Betis», esa fue la labor que les encomendaron a sus padres estos pequeños béticos.

Irte a dormir pensando en el Betis, y levantarte pensando en el Betis

Al final del partido, tras los dos goles del panda Borja Iglesias, sus padres les colgó un particular cartel en la puerta con el resultado del partido, el escudo de su Real Betis, y un dibujo de un panda, para que rápidamente supieran quien fue el artífice de la victoria verdiblanca.

Tan viral se hizo la ilusión y entrega de estos dos pequeños verdiblancos, que jugadores de la plantilla se han hecho eco de ello. Asimismo, el central catalán Marc Bartra ha querido premiar esta actitud de los chicos, enviándoles tanto dos postales firmadas, una camisetas y sus botas. Sin duda, la afición verdiblanca puede estar tranquila para el futuro, porque lo que nunca faltará es ilusión.