Agentes de la Policía Local de Sevilla incauta un total de 220 kilos de caracoles en mal estado qdestinados a la venta ilegal. El origen de estos moluscos es de una nave de una empresa cercana que se dedica a la importación de estos. Esta empresa ya fue por incumplir las obligaciones sobre el tratamiento de excedentes de fabricación con riesgo para la salud. Dejaban los caracoles que se encontraban en mal estado en contenedores convencionales.

Esto, presenciado por varios merodeadores, hizo que varios de ellos se dispusieran a ‘rescatar’ a estos caracoles, para después venderlos de manera ilegal. Ya se han detenido a dos individuos de 38 y 51 años.

La Policía Local de Sevilla ha defendido que esta investigación se ha logrado llevar a cabo gracias a la colaboración con la Delegación de Gobernación y la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla (APES), que fueron quienes pusieron en conocimiento de las autoridades lo que estaba sucediendo.

Como lograron incautar estos caracoles destinados a la venta ilegal

La Policía Local dispuso un operativo de vigilancia en la zona, pudiendo comprobar como algunas personas se acercaban a unos contenedores y retiraban bolsas de caracoles en mal estado. Los agentes procedieron a la identificación de estas personas y a denunciar las infracciones observadas. Al tiempo que se le intervenía la mercancía que fue retirada por el Zoosanitario y Lipasam.

El responsable de la nave se trata de un vecino de Sevilla de 47 años de edad y de origen marroquí quien aporta toda la documentación de la actividad, perteneciente a una empresa de la Comunidad Valenciana. En el interior de la nave un almacén frigorífico acumulaba palets de caracoles.

Durante la inspección llegó un camión con 21.600 kg de caracoles (gasterópodos) en 3840 bolsas procedente de Marruecos presentando toda la documentación en vigor sobre el transporte, la entrada en la Unión Europea, certificado sanitario del Reino de Marruecos. Esta mercancía sería distribuida desde este punto a otras ciudades españolas. Los agentes conminan a los responsables del establecimiento a no volver tirar restos de caracoles en los contenedores de residuos convencionales y lo realicen a través de un gestor autorizado. Además, toda la información que recogieron sobre la situación de la nave se trasladó a las autoridades competentes para abrir la correspondiente investigación.