virgen del rocio

Profesionales del Virgen del Rocío de distintas especialidades colaboran para que las personas recuperen su calidad de vida después de la enfermedad.

Más de 500 pacientes han sido atendido en la unidad multidisciplinar para la detección precoz de las alteraciones respiratorias ocasionadas por el COVID-19. Los profesionales que atienden estas consultas valoran el tratamiento personalizado, tanto farmacológico como no farmacológico, que precisa cada persona para recuperar su calidad de vida.

El cuadro clínico agudo por coronavirus SARS-CoV-2 abarca un amplio abanico de cuadros clínicos, desde unos síntomas leves indistinguibles de un resfriado común hasta una neumonía bilateral con síndrome de distress respiratorio del adulto (SDRA), que en algunos casos precisa ingreso en UCI con ventilación mecánica. Estos pacientes más graves pueden presentar secuelas respiratorias a medio y largo plazo en forma de fibrosis y pérdida de fuerza muscular, lo que puede condicionar sensación de falta de aire en sus actividades cotidianas y repercusiones negativas en su calidad de vida.

Unidad de alteraciones provocadas por COVID en el Virgen del Rocío

Por otra parte, en la infección por SARS-CoV-2, las alteraciones de la coagulación son frecuentes y se asocian a peor pronóstico. Además de las alteraciones provocadas por el virus, la hospitalización prolongada y la poca movilidad pueden favorecer el desarrollo de eventos tromboembólicos venosos.

Por este motivo, el Hospital Universitario Virgen del Rocío creó el año pasado una unidad para detectar las alteraciones provocadas por este coronavirus, en la que participan especialistas en enfermedades pulmonares intersticiales, enfermedad tromboembólica venosa y en rehabilitación pulmonar, en colaboración con el servicio de Enfermedades Infecciosas y Medicina Interna. Su objetivo común es proporcionar a los pacientes una atención global prestando especial atención a las alteraciones que se están observando más comunes.

Entre ellas, la detección precoz y tratamiento de alteraciones pulmonares fibróticas residuales; la detección precoz y tratamiento de la enfermedad tromboembólica; la recuperación de la actividad física mediante programas de fisioterapia y rehabilitación; la valoración de la función pulmonar y de la necesidad de oxigenoterapia; y la valoración de la repercusión de la enfermedad en la calidad de vida.

Esta unidad atiende a pacientes que han estado ingresados en el hospital, pero también sirve de apoyo a los médicos de atención primaria, en los casos Covid-19 en los que surjan síntomas que necesiten una valoración más completa, pudiendo derivarlos de manera directa.