Sevilla es la ciudad europea con más naranjos en sus calles. Es tradicional ver durante estas fechas operarios retirando kilos de naranja amarga de los árboles que pueblan las calles de Sevilla. Estas naranjas, que no son aptas para el consumo debido a su fuerte carácter amargo, protagonizan hoy un proyecto de reutilización por parte de Emasesa para la creación de energía eléctrica.
Actualmente, las calles de la ciudad albergan unos 50.000 naranjos y la previsión de la campaña de recogida de naranjas este año es de 5,7 millones de kilos, tras un aumento del rendimiento del 37,5% con respecto a la campaña pasada.
Con el objetivo de reutilizar la naranja una vez cosechada, Emasesa, por segundo año consecutivo, un proyecto piloto para la generación de energía limpia. Esto se genera gracias al zumo de las naranjas amargas procedentes de las calles de Sevilla.
En este proyecto piloto se utiliza parte de la producción de naranjas amargas. Se les extrae el zumo para la generación de energía eléctrica a través de biogás para el autoabastecimiento de las instalaciones del EDAR Copero de Emasesa.
Consumo eléctrico de cinco viviendas al día
De las naranjas amargas se extrae un 50% de zumo y un 50% de cáscara. Aproximadamente, y por cada tonelada de naranja se generan aproximadamente 500 litros de zumo y 500 kilos de cáscara. Las cáscaras se llevan a una máquina de compostaje para su transformación en abono que es reutilizado en los campos de la provincia.
El objetivo es el aprovechamiento en el futuro de toda la producción de naranja amarga de la ciudad para la generación de energía limpia. Una alternativa que, con 1.000 kilos de este producto, se produce el equivalente al consumo eléctrico de cinco viviendas en un día. Las naranjas amargas de las calles de Sevilla se han convertido en una alternativa biosaludable.
¿Qué no son aptas para el consumo? ¿Y cuándo las enviaban a Inglaterra para hacer mermelada? En los países de Sudamérica y Cuba se una para aderezar la comida, como el limón. De echo el jugo se vende en los supermefcados