Se suceden las crónicas policiales de intervenciones en Sevilla por grupos de jóvenes, y no tan jóvenes, que se reúnen en las calles para tomar alcohol, las características «botellonas». Sería algo esperable de no ser por el hecho de que Sevilla, como el resto del planeta, se encuentra inmersa en una pandemia mundial provocada por el ya desgraciadamente familiar COVID-19.
Pese a las llamadas a quedarse en casa o a salir con las medidas sanitarias de seguridad por delante, las botellonas no han cesado y siguen dando lugar a cientos de denuncias en intervenciones de la Policía Local e la capital hispalense.
Solo durante la tarde de este sábado 6 de febrero, el 092 gestionó hasta 225 incidencias, de las cuales la gran mayoría, según informaba ayer el canal de alertas de Emergencias Sevilla, se han debido a consumo de bebidas varias en espacios públicos y permanencia de grupos en las calles por estos motivos, incumpliendo las medidas sanitarias de restricción de reuniones.
Pese a la limitación a cuatro personas de los grupos de no convivientes que impuso Andalucía durante este enero, los participantes en las botellonas siguen acumulando denuncias policiales y movilizando efectivos. Frente a estas actitudes, el llamado de los servicios de emergencia a actuar con prudencia y sensatez parece tener un efecto reincidentemente limitado.