Palacio de Altamira

Aprobada por la Comisión de Patrimonio la restauración de las cubiertas del Palacio de Altamira, ubicado en Sevilla. Este espacio cuenta con un problema de acceso debido a la falta de limpieza.

La Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente las obras de reparaciones y de limpieza y mantenimiento de las cubiertas del Palacio de Altamira, sede de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, pues aunque en general presentan un buen estado de conservación, adolecen de la necesaria limpieza debido a la dificultad del acceso al lugar, y donde se ha detectado el crecimiento de plantas de diversa índole que llegan a taponar sumideros y canalones, e incluso se llega a romper las tejas, algunas de la cuales se han reparado y sustituido con tejas conformadas de otros materiales y colores diferentes de las existentes. Por otra parte, el crecimiento incontrolado de la hiedra existente en el edificio está provocando daños en los muros a los que está adosada, ya sea por la acción de las propias raíces o por la retención de las aguas de las lluvias, lo que causa la aparición de las humedades que se observan en muchos de ellos.

Entre las actuaciones que se van a acometer, las más importantes son la eliminación de la hiedra existente en el muro situado junto al torreón de la Sala de Prensa, y en la zona situada por encima del dintel del balcón existente en patio de acceso al edificio, así como la reparación puntual de las zonas afectadas por roturas o desprendimientos causados por las raíces. Además, la limpieza de faldones de cubiertas de teja y canalones de todo el edificio, con la retirada de la vegetación existente y los restos depositados en los mismos, así como la sustitución puntual de las tejas rotas.

Destaca por sus yeserías, pinturas y restos de frisos

El Palacio cuenta con dos núcleos arquitectónicos principales como son el Palacio Real y el Palacio de los Azulejos. Son de destacar algunas dependencias como la Qubba o Cuarto Real, donde se conserva una colección única de carpintería medieval, o El Aposento Ducal con sus yeserías policromadas, pinturas murales y restos de frisos que son realmente interesantes.

En el entorno urbano donde se levanta el Palacio de Altamira, fue conocido como Puerta de la Judería y, desde 1576, como Puerta de la Carne. Tras la conquista castellana de Sevilla en 1248 se implantó la nueva judería en los actuales barrios de Santa Cruz y San Bartolomé. En ella habitaron un grupo social de judíos ricos, algunos de ellos almojarifes reales y municipales.