El Hospital Macarena acerca el mundo representativo de estas personas a través de la exposición ‘En mi espejo’.
La Comunidad Terapéutica de Salud Mental perteneciente al Hospital Virgen Macarena ha inaugurado esta semana una exposición de pintura realizada por un grupo de pacientes que, con el nombre ‘En mi espejo’, se intenta acercar el mundo representativo de estas personas con trastorno mental grave y sus dificultades para la comunicación y expresión emocional.
El conjunto artístico es fruto del trabajo creativo de cinco artistas que, con el nombre de ‘Creando mundos’, han formado un grupo de pintura que comenzó su andadura en 2008. Desde el principio, se consideró a sus miembros personas no pacientes, formándose un grupo creativo y no terapéutico, cuya finalidad creativa es ofrecer diferentes herramientas de expresión plástica a personas con graves dificultades en la comunicación, con el objetivo de facilitar sus necesidades de plasmar su propio mundo, sus sentimientos y experiencias de la vida psíquica y que difícilmente pueden ser expresadas de otra manera.
Asimismo, el enfoque y modo en el que se formó el grupo de pintura favoreció la participación comunitaria de sus miembros, influyendo en el contexto social y recibiendo de éste beneficios psicológicos y sociales, esenciales para el desempeño satisfactorio de las áreas ocupacionales.
La muestra, que se expone en la Casa de las Sirenas hasta el día 15 de este mes, presenta una obra madura relacionada con el estar cotidiano del artista y con la escucha de lo externo. Los artistas utilizan el formato bidimensional, en papel, a modo de espejo, donde retratar su mundo interno, elaborando sus obras con técnica mixta y collage en algunos casos.
El grupo de pacientes artistas realiza su actividad creativa en un ambiente normalizado dentro de un taller de pintura, `El corral de la luna´, ubicado en un barrio del centro histórico de Sevilla, constatándose que la experiencia realizada en estas condiciones ha sido un factor esencial que ha facilitado el proceso positivo de este trabajo.
Además, la contemplación de la obra de arte puede producir un impacto emocional, ya que la participación en el proceso de creación puede facilitar, de forma especial, una catarsis afectiva en quien la realiza por el trabajo y esfuerzo realizado.