En el conjunto del año, 63.402 sevillanos acudieron al monumento, el 12,36 % del total de visitantes, y desde junio, con la reapertura tras el confinamiento, el porcentaje subió al 26,68 %. Junto con los proyectos de intervención patrimonial tanto para 2020 como para ejercicios sucesivos, destacó el impulso a la digitalización en los accesos.

El Real Alcázar de Sevilla registró 513.285 visitantes en 2020, un año condicionado por la pandemia de la COVID-19, con sus restricciones a la movilidad y, por tanto, a la llegada de turistas, y también con casi tres meses de obligado cierre del monumento debido al estado de alarma durante la primera ola de la enfermedad. De ese volumen, 63.402 eran sevillanos, el 12,36 por ciento del total, marcando un récord en términos porcentuales –hasta ahora, el porcentaje más elevado había correspondido a 2019, con un 6,8 por ciento–. Esta proporción creció hasta el 26,68 por ciento (con 52.372 sevillanos) entre el día 15 de junio, fecha de la reapertura, y el 31 de diciembre, cuando por el recinto pasaron en total 196.291 visitantes.

Así, se reprogramaron el tradicional ciclo estival de música ‘Noches en los Jardines del Real Alcázar’ –que contabilizó 16.988 espectadores y un 96,16 por ciento de ocupación–, las visitas nocturnas teatralizadas que, dedicadas al V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano y protagonizadas por la Compañía Teatro Clásico de Sevilla, realizaron 233 pases de funciones con 4.344 asistentes, y las visitas guiadas gratuitas para los sevillanos, con 5.014 asistentes.

Fue un éxito, además, la actividad ‘Un Alcázar de cine’, diseñada por el propio personal del monumento y consistente en recorridos guiados por los escenarios que fueron platós de cine o series de televisión, con 26 pases, 520 asistentes y la totalidad de las entradas reservadas. Se efectuaron también otras dos ediciones –la primera, antes de la pandemia– de la actividad ‘Los Reyes del Alcázar’, que actúan de intermediarios ante los Reyes Magos para llevarles las cartas que escriben los niños y las niñas; las exposiciones ‘Miscelánea’, con pinturas de Juan José Fuentes, y ‘Llanto en la hoja seca’, basada en fotografías en homenaje al poeta Gustavo Adolfo Bécquer, y las ‘Jornadas Europeas del Patrimonio’, con distintas visitas guiadas por los restauradores del monumento.

Por otro lado, antes de la COVID-19 se desarrollaron las ‘Jornadas del Agua’, con recorridos diseñados junto con la empresa pública metropolitana Emasesa, el ciclo conferencias ‘Megalitismo en Europa y Andalucía’; ‘El Alcázar, abierto por Navidad’, con visitas guiadas sobre intervenciones patrimoniales, y, por último, ‘El Alcázar, mi palacio de invierno’, que consiste en actividades para los niños y niñas durante las vacaciones escolares, también con el aforo completo.

En cuanto a la Bienal de Flamenco, el monumento acogió el pregón y flashmob con el que se inauguró oficialmente el día 4 de septiembre, así como 10 conciertos en el Patio de la Montería. El conjunto palaciego fue escenario, además, del homenaje póstumo al exalcalde y alcaide del Real Alcázar, Manuel del Valle, fallecido en plena pandemia, así como de la recepción a empresarios andaluces por parte de los Reyes de España, o de distintas presentaciones culturales y deportivas con relevancia para la ciudad o del nuevo sello de calidad Ora et labora para reconocer el patrimonio gastronómico de los conventos de clausura.

En cuando a las intervenciones patrimoniales, destacaron las obras acometidas para mejorar el Salón de los Tapices, que reabrió tras la labor de conservación hecha por Patrimonio Nacional sobre sus paños del siglo XVIII, la primera fase de los trabajos de conservación y restauración de la tapia almenada de los Jardines de Murillo; la ejecución de un proyecto de I+D para calibrar la conservación de todas las yeserías históricas y afrontar mejor su conservación y restauración con bases científicas; con la misma finalidad, la realización de los estudios sobre los alfarjes mudéjares; la aprobación por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla del proyecto para acometer las obras de conservación y restauración del estanque de Mercurio, del siglo XV, y del proyecto para restaurar los azulejos cerámicos del Palacio Gótico –estos dos últimos implicarán una inversión estimada de 1,1 millones de euros–; la licitación de la dirección de obras para definir la que será la última fase de restauración de las fachadas de la Casa Consistorial de Sevilla; la obtención de una subvención del Ministerio de Cultura para restaurar la Fuente del Príncipe, y, por último, la ampliación del catálogo exclusivo de productos artesanales que, tras investigaciones previas sobre el monumento, pueden utilizar la marca Real Alcázar de Sevilla.

Por otra parte, concluyeron las obras para instalar en una de las casas ubicadas en el Patio de Banderas una nueva taquilla y punto de información, que entrará en funcionamiento en cuanto las medidas sanitarias lo permitan, para agilizar el acceso al Real Alcázar. Para ello, además, se avanzó en la estrategia de digitalización, con la implantación de nuevo sistema nominativo en las reservas online que asigna cada entrada a un DNI y es intransferible y controlada en el acceso por la Puerta del León, y la habilitación de reservas por internet para así facilitar e impulsar las visitas que programen los colegios. La gestión interna, además, estuvo marcada por las amplias medidas de seguridad sanitarias adoptadas para reabrir el monumento a partir del 15 de junio pasado, con un itinerario ordenado y aforado y que servirá de base para evaluar su continuidad una vez que concluya la pandemia.