Primero fue el distanciamiento con las mesas, después el cierre de los bares de copas y la obligación de cerrar el resto de la hostelería a la 01:00. Semanas más tarde los clientes se quejaban porque no se podía fumar en terrazas y hace no mucho, lo hacían por la «tonta» obligación de poder quitarse la mascarilla solo en el momento de beber y comer.
Ahora, primero con el cierre obligatorio a las 22:30 horas, y luego con el cierre total a las 18:00 horas, la asfixiada hostelería ha perdido la paciencia y ha decidido salir a la calle para pedir un rescate.
«Necesitamos ayudas directas a fondo perdido. Estamos en la UCI, en una situación crítica. Los políticos no pueden pasarse la pelota unos a otros», ha exclamado el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Antonio Luque, esta mañana frente al Palacio de San Telmo.
Los hosteleros han criticado que su sector es el gran castigado por las nuevas medidas restrictivas anunciadas el pasado domingo por la Junta. Según los datos del Ministerio de Sanidad, sólo el 3,5% de los contagios por coronavirus se producen en la hostelería, por eso señalan al transporte público, los supermercados, los aeropuertos o las fiestas privadas. «Somos la cabeza de turco», ha añadido Luque.
Lo que exigen
Piden ayudas directas al sector, como la aplicación de fondos europeos para el mantenimiento y supervivencia de las empresas y los autónomos mientras dure la pandemia. Demandan la exoneración de tasas, como el IBI, el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), o la tasa de veladores.
También reclaman la modificación de la ley de los alquileres que permita no pagarlos en los periodos de cierre total, y que se puedan reducir de manera proporcional en periodos donde solo se les permite estar abiertos en una franja horaria. Lo mismo para las facturas de agua y luz.
Por último, han protestado para que se prorroguen los ERTES más allá del 31 de enero, durante todo el tiempo que dure el estado de alarma o hasta que esté declarada la pandemia.
La respuesta de la Junta de Andalucía
Mientras miles de hosteleros se estaban manifestando en la puerta del Palacio de San Telmo, a pocos metros se estaba produciendo una reunión entre el presidente de la Junta y los presidentes de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y de las Cámaras de Comercio de Andalucía.
Han acordado un paquete de 660 millones de euros en ayudas y en rebaja de impuestos para los sectores afectados por la COVID-19. Tan certero que nadie habría dicho que tenían una manifestación con miles de personas protestando a sus pies.
De estos 660 millones, 215 millones serán ayudas directas, 350 millones para avales, y 94 millones equivaldrán a la reducción de impuestos.
«La gente no puede endeudarse más»
El PSOE andaluz critica que el presidente haya hecho el anuncio «empujado por la movilizaciones masivas» que han tenido lugar en toda Andalucía, y que por lo tanto se haya presentado «sin desarrollo» y «sin conocer el número de personas a las que se puede llegar».
Además, han pedido a Juanma Moreno que esos 660 millones «se traduzcan en ayudas directas, a fondo perdido, porque la gente no necesita más avales ni puede endeudarse más». Las ayudas directas que ha hecho conocer la Junta son menos de la mitad de las que han propuesto los socialistas (450 millones, 250 para la hostelería y 200 para el comercio minorista).