La jefa del servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Valme, Esther Márquez, y el farmacéutico Ramón Morillo
La jefa del servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Valme, Esther Márquez, y el farmacéutico Ramón Morillo

El servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha sido distinguido con el sello de calidad creado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) para acreditar la excelencia en la atención que se ofrece a los pacientes externos. De este modo, el hospital sevillano junto al Hospital General de Castellón se han convertido en los primeros centros españoles que reciben este distintivo.

La nueva norma de calidad se denomina `Q-PEX´ y tiene como objetivo gestionar la excelencia fijando estándares para acreditarla centrándose en el ámbito del paciente externo. Esta peculiaridad responde al hecho de que este colectivo representa el grueso para la gestión de las farmacias hospitalarias. Concretamente, y de forma general en los centros hospitalarios, el consumo en medicamentos para los tratamientos del ámbito del paciente externo se corresponde aproximadamente con el 70% del gasto farmacéutico total de cada hospital. Muestra de la enorme actividad que genera este ámbito es el dato que apunta la jefa del servicio de Farmacia Hospitalaria de Valme, Esther Márquez, “nosotros atendemos en torno a 5.000 pacientes externos a lo largo del año, suponiendo casi 20.000 consultas de atención farmacéutica anuales”.

Este sello recoge 118 requisitos divididos en ocho áreas: contexto, liderazgo, planificación, gestión de los recursos, atención al paciente externo en la farmacia hospitalaria, investigación, evaluación del desempeño y mejora continua. Al objeto de constatar que la norma era aplicable a la labor diaria en los centros y verificar su utilidad, este proyecto de calidad ha tenido un pilotaje previo.

Concretamente, Valme fue uno de los centros elegidos para ello debido a que su compromiso por la mejora continua y su apuesta por la gestión de la excelencia lo hacen disponer de numerosos ítems incluidos en la nueva norma de calidad y, por tanto, evaluables. Se trata de un servicio hospitalario que a lo largo de los últimos años ha consolidado un notable prestigio, destacando su liderazgo en innovaciones asistenciales, así como en su línea investigadora dirigida a la mejora continua de la atención del paciente.

Según Ramón Morillo, farmacéutico del Hospital Universitario de Valme implicado en el proceso de certificación `Q-PEX¨ junto con la jefa de servicio: “es una norma que busca homogeneizar la atención prestada en las unidades de pacientes externos dadas las diferencias entre los diferentes servicios de farmacia hospitalario”.

Dicho proceso comienza con una autoevaluación para conocer la situación del servicio en la parcela de la atención farmacéutica del paciente externo, continúa con la introducción de los cambios necesarios para adaptarse a los requisitos, a continuación se solicita la auditoría para que se certifique la actuación de mejora acometida y, conforme se va optimizando el funcionamiento, se vuelve a pedir la revisión para continuar avanzando a un nivel superior de calidad”.

 Según destaca Esther Márquez “es una herramienta muy potente como incentivo de la motivación e implicación de los profesionales en la mejora continua; además de, en nuestro caso con su logro, un mecanismo para poner en valor el compromiso con la calidad, la seguridad y la excelencia de nuestro trabajo diario”.

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