Intervención en un botellón junto al Mercado de las Candelarias / Imagen de archivo ES

Se trata de los primeros días en los que ha regido el endurecimiento de las sanciones por consumo de alcohol en la calle, con hasta 300 euros, una medida que procura evitar las concentraciones y, por tanto, los contagios. En total, se han impuesto 794 sanciones.

La Policía Local de Sevilla interpuso durante las noches del viernes, sábado y domingo, marcadas por el puente festivo del Pilar, 794 sanciones por consumir bebidas alcohólicas en la calle, causar molestias a los vecinos y no llevar puesta la mascarilla, según el balance efectuado por este cuerpo adscrito a la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento. El número de sanciones fue disminuyendo conforme avanzaba el puente, con 370 el viernes, 288 el sábado y 136 las pasadas noche y madrugada por efecto de la medida de endurecimiento de las sanciones anunciada el viernes. Con este balance, el dispositivo de control para evitar las concentraciones de jóvenes en la calle roza ya las 4.800 sanciones este año.

“La gravedad de la crisis sanitaria por la COVID-19 es tal que se han endurecido las sanciones por botellona, de ahí que se hayan empezado a tramitar expedientes sancionadores que alcanzan el máximo legal permitido, es decir, hasta 300 euros, frente a los 100 euros que se imponía hasta ahora. Primero la Policía Local realiza una actuación preventiva de tarde para disuadir las concentraciones, pero no tiene más remedio que actuar y sancionar cuando detecta concentraciones de personas que no sólo incumplen la ley antibotellona, sino que ponen en riesgo la salud propia y la de los demás”, según ha explicado el delegado del ramo, Juan Carlos Cabrera.

Este dispositivo policial para el control de la botellona y las actividades de ocio nocturno y enmarcado, además, en la vigilancia del cumplimiento de las exigencias sanitarias para prevenir el contagio por la COVID-19, se desplegó por numerosos puntos de la ciudad, entre los que destacaron la zona del Real de la Feria, el entorno de la Alameda de Hércules, la Buhaira, el Parque Guadaíra, El Porvenir, El Plantinar, las calles Cristo de la Salud y Campamento (Nervión), el Parque Infanta Elena, el entorno de la calle Feria (Plaza de la Mata, calle Joaquín Costa, Plaza Calderón de la Barca), Santa Clara, el entorno del mercado de abastos de La Candelaria, las calles San Jacinto y Pelay y Correa (Triana) y los bajos del río Guadalquivir entre las calles José Díaz y Radio Sevilla, y el Paseo Juan Carlos I.

El dispositivo policial comenzó a desplegarse estos días atrás a partir de las 20.00 horas con el objetivo preventivo de evitar las concentraciones de jóvenes en la calle, y posteriormente se prolongó durante la madrugada. Las actuaciones de inspección sobre establecimientos se saldaron con el precinto de tres de ellos por distintas infracciones. Destacó el precinto practicado en un establecimiento de la calle Fabiola (Casco Antiguo) que ejercía la actividad a puerta cerrada e incumplía las exigencias sanitarias frente al contagio por COVID-19, en cuyo interior se encontraban 19 personas sin respetar estas medidas. Asimismo, se desalojó e se interpusieron 21 denuncias a personas que habían organizado una fiesta en una vivienda turística de la calle Alemanes.

“La Policía Local va a ser muy contundente en la vigilancia de estos incumplimientos por el bien de todos. No podemos consentir que se desande todo el arduo camino que ya hemos pasado para doblegar la pandemia. Una vez más, llamamos a la prudencia al conjunto de la población y, especialmente, a las y los jóvenes. No queremos que Sevilla llegue a las medidas extremas que se registran en otras ciudades de España”, ha concluido Juan Carlos Cabrera.

Desde el pasado viernes y hasta la madrugada de ayer, desde el Centro de Control de la Policía Local se gestionaron 986 sucesos, entre ellos un incendio en una vivienda vacía en la calle Santa María de Ordás, sin personas afectadas.