Integrantes de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Lázaro

Este año la jornada del día mundial de los Cuidados Paliativos (10 de octubre), se celebra bajo el escenario de la pandemia por el COVID-19. Los cuidados paliativos se han visto lógicamente afectados por esta nueva realidad y en el área hospitalaria Virgen Macarena han sido necesarios determinados cambios que permitieran seguir afrontando el final de la vida de los pacientes, manteniendo  a la vez los cuidados con las adecuadas garantías de seguridad y excelencia.

En este sentido, desde el inicio de la pandemia se ha realizado un esfuerzo pedagógico para mantener e intensificar el grado de humanización, tanto en las plantas de hospitalización con pacientes Covid-19, como en la Unidad de Cuidados Intensivos. “Esta tarea, compartida con otros servicios y profesionales del hospital, permite afrontar con mayor garantía el proceso del morir de forma que disminuyamos el sufrimiento tanto del paciente como de sus familiares”, asevera el responsable de la Unidad, Salvador Alegre.

“Los pacientes de cuidados paliativos presentan una serie de características que hacen más sensible todo este tema por cuanto la cercanía, la comunicación verbal, el acompañamiento, son algunos de los cuidados esenciales e insustituibles para hacer unos buenos cuidados paliativos”, explica el doctor Salvador Alegre, responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos ubicada en el Hospital San Lázaro.

“Estos aspectos han hecho que busquemos un equilibrio entre la humanización de los cuidados y la seguridad de pacientes y profesionales sanitarios. Se han ido adoptando todas las medidas necesarias para evitar posibles contagios tanto en los pacientes como en sus familiares y profesionales”, explica el doctor Alegre.

“Una labor específica que se realiza desde la Unidad de Cuidados Paliativos de Medicina Interna de nuestro Hospital es el soporte a residencias de ancianos con pacientes con infección por Covid-19, adecuando las medidas diagnósticas y terapéuticas que precisan estos  y coordinando el posible ingreso hospitalario si fuera necesario” nos confirma Salvador Alegre. En ese sentido, añade: “la labor en la residencias se inició hace unos meses y se ha comprobado la eficacia de la intervención de un especialista avanzado en cuidados paliativos en estas, por cuanto la mayoría son pacientes muy mayores y con abundante comorbilidad y polifarmacia. Son por tanto, pacientes que se benefician de una atención desde los cuidados paliativos”.

Colaborando en estas tareas, el equipo integral de cuidados paliativos tiene la ayuda de las profesionales de Trabajo Social, psicólogos, capellanes, y administrativos, entre otros. Es el trabajo multidisciplinar y la colaboración de todos lo que define unos cuidados paliativos de calidad, finaliza el responsable de la Unidad.

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