El Gobierno de España está estudiando la manera de cambiar el actual sistema de bases, que permite a los autónomos elegir sobre qué base cotizar, para pasar a un sistema de cotizaciones crecientes con tramos, parecido al IRPF.

Este nuevo sistema permitiría a aquellos autónomos que no tengan ingresos no tener que pagar la cuota a la Seguridad Social, y que aquellos que declaren ingresos de menos de 12.000 euros puedan recibir una rebaja de hasta un 50% en lo que cotizan.

Quienes facturen entre 12.000 y 25.000 seguirán cotizando igual que hasta ahora, pero donde sí que habrá cambios será a partir de los 25.000 euros y hasta los 45.000, máximo actual. Las tributaciones a la Seguridad Social irán creciendo cuanto más se acerquen a esa cifra.

El diseño que está ultimando Seguridad Social abre incluso la posibilidad a fijar tipos negativos, de forma que los autónomos que coticen más de lo que ingresan, tendrían derecho a devolución, muy diferente a lo que ocurre hoy día.

Adecuar los ingresos a las cotizaciones tendrá un efecto de incremento de recaudación para la Seguridad Social, ya que actualmente el 85% de los autónomos cotiza por la base mínima (944,4 euros al mes) cuando en realidad sí tienen ingresos superiores.

Pero además, permitirá a los autónomos tener mejores prestaciones, ya que al cotizar más tendrán derecho a mejores cuantías y muchos de ellos no se verán obligados a solicitar el complemento a mínimos debido a unas pensiones muy bajas.

En Sevilla esta reforma afectaría a 111.732 autónomos, que son los afiliados a la Seguridad Social a fecha 31 de agosto de 2020, y que haría posible que muchos de los empresarios afectados por la crisis del COVID-19 que tienen sus negocios cerrados, puedan no pagar la cuota de autónomos al no estar recibiendo ingresos.

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