La nueva propietaria, Detea, denunció hace escasos días el estado ruinoso en el que el Ayuntamiento le hacía entrega del edificio ubicado en la Isla de la Cartuja.
El portavoz socialista, que se trasladó al edificio saqueado para comprobar el estado de los destrozos, ha mantenido contactos con la nueva propietaria –Detea- y pide al alcalde que el fallo de seguridad tenga consecuencias políticas, al margen de las pesquisas policiales, que devuelvan la credibilidad al Ayuntamiento ante empresarios e inversoresEspadas considera “intolerable e injustificado que se desprotegiera de seguridad un edificio que el Ayuntamiento ha vendido por nueve millones de euros a una empresa privada, dejando la puerta abierta a lo que ha ocurrido”
El portavoz municipal socialista Juan Espadas considera “muy grave” el “fallo de seguridad” producido en el traspaso de la antigua sede de Tráfico en la Cartuja, un edificio adquirido por la empresa Detea por valor de nueve millones de euros que ha sido expoliado y saqueado después de que el área de Seguridad y Movilidad del Gobierno Zoido abandonara las instalaciones y su protección.
El complejo se encuentra en estado ruinoso, sin marcos en puertas ni ventanas, con destrozos y cristales rotos, y con síntomas de ensañamiento en paredes y techos con el objetivo de saquear todo material vendible en chatarrerías, “una imagen dantesca que no tiene explicación ni justificación posible para un bien del que el Ayuntamiento era responsable y que ya había vendido a una empresa”.
Espadas, que sí ha mantenido contactos con Detea para interesarse por el asunto, exige a Zoido “que asuma de forma urgente las responsabilidades políticas derivadas de esta evidente negligencia de seguridad, independientemente de las responsabilidades económicas que la empresa decida exigir al Ayuntamiento en concepto de daños y perjuicios y por las que el alcalde también tendrá que responder en primera persona”.
Así, el portavoz socialista considera que “al margen de las investigaciones policiales que se estén desarrollando y que dirá quiénes y cuánto han robado, Zoido debe dirimir responsabilidades políticas al máximo nivel en su equipo, puesto que o se dió la orden de abandonar el edificio sin protección o no se dió instrucciones para que se siguiera vigilando como hasta el día anterior al expolio”. En cualquiera de los casos, Espadas apunta al equipo de la Delegación de Seguridad de Zoido que “inexplicablemente dejó el recinto abierto de par en par permitiendo la entrada libre a los ladrones”.
Para el socialista, “el alcalde no puede esquivar un hecho tan grave como es este saqueo permitido, puesto que, además de daños directos a una empresa, se traslada una imagen negativa y poco seria del Gobierno de la ciudad a aquellos inversores y empresarios que se planteen hacer negocios con el Ayuntamiento”.
Por último, Espadas recuerda “lo diligentemente que actuó el PP en oposición exigiendo dimisiones inminentes ante un caso muy similar a este expolio”, en referencia al robo en 2004 de la cubierta de la Davis. “Si el PP no dudó entonces en que se debía responder políticamente, Zoido no tiene ahora excusa posible para tomar decisiones en ese mismo sentido”.