Los andalucistas han identificado baches, socavones, rotura de cerámicas y el abandono de la flora. Dávila pide el arreglo inmediato “por ser uno de los escaparates de Sevilla”.
El Partido Andalucista de Sevilla ha denunciado hoy el “mal estado” que presenta el Barrio de Santa Cruz y los Jardines de Murillo, “emblemas para los turistas que vienen a la ciudad y símbolos de Sevilla en medio mundo”.
La presidenta de la Dirección local, Lola Dávila, ha declarado que “para fomentar el turismo, no todo son anuncios y campañas publicitarias, sino también el mantenimiento y mejora de las zonas turísticas”. Según Dávila, “de poco sirve hacer publicidad y después el turista descubre que lo que era un paraje idílico en fotografías, en la realidad está convertido en un cúmulo de matojos abandonados y suciedad”.
Entre los elementos a mejorar en el Barrio de Santa Cruz, Dávila ha denunciado “numerosos socavones de pequeño tamaño que, además de dar mala imagen, son suficientes para provocar algún que otro sustos a turistas y peatones que van mirando el notable entorno patrimonial, sin reparar en que el suelo está lleno de agujeros”.
Asimismo, Dávila ha lamentado que el alcalde de Sevilla “no preste atención alguna al cuidado y mantenimiento de árboles y matorrales, ni tampoco de la limpieza de los mismos. De hecho”, añade, “hoy pueden apreciarse plásticos, latas o papeles entre miles de matojos y hojas secas junto a la parte de los Jardines de Murillos más cercanos a Santa Cruz. Aquí los setos están sin podar y las ramas campan a sus anchas por los paseos”.
La presidenta del PA de Sevilla ha mostrado su tristeza porque “Zoido ni siquiera se preocupe por reparar la cerámica de bancos o elementos decorativos de los jardines, muy deteriorados en muchos casos y repletos de suciedad en otros”.
“Zoido se llevó toda la campaña diciendo que Sevilla funcionaría como un reloj, pero llevamos un año con la hora parada”. Para Dávila, “en detalles como estos, que a penas suponen gasto para el Consistorio, reside que el turista se vaya encantado de la ciudad o se lleve una imagen de abandono y dejadez. Esta imagen es un claro termómetro del gobierno local, que si se preocupase de verdad del turismo, no consentiría esta lamentable estampa en el corazón turístico de la ciudad”.