Desde Ecologistas reclaman que las administraciones, Ayuntamiento o Junta de Andalucía, informen a la ciudadanía sobre los peligros que pueden acarrear y las medidas necesarias para combatirlo, entre las que sugieren reducción de velocidad de tráfico, limitación de vehículos en algunas zonas.

La contaminación y el cambio climático son dos puntos fundamentales de la agenda para el futuro de las sociedades modernas, pero el problema no termina de abordarse con la importancia que tiene. Ecologistas en acción ha denunciado que el área metropolitana de Sevilla ha «superado el valor de información a la población, valor establecido en 180 μg/m3, según la legislación actual. Ante esta situación, los organismos competente de la administración, el Ayuntamiento de Sevilla y la Junta de Andalucía, tienen por objeto poner en conocimiento de la ciudadanía y de los distintos agentes responsables de aplicación de las medidas, la declaración de un nivel de activación del Protocolo de contingencias para reducir la contaminación, la zona implicada, las medidas que se activan y la evolución prevista de los distintos contaminantes en el aire ambiente».

Desde Ecologistas reclaman que las administraciones, Ayuntamiento o Junta de Andalucía, informen a la ciudadanía sobre los peligros que pueden acarrear y las medidas necesarias para combatirlo, entre las que sugieren reducción de velocidad de tráfico, limitación de vehículos en algunas zonas, entre otras, todo de acuerdo  a lo establecido por Dirección General de Tráfico, Ministerio de Fomento y Junta de Andalucía.

Este tipo de contaminación «invisible» podría afectar en mayor medida a las personas de riesgo, ya sea población infantil, personas mayores, personas con problemas respiratorios… y la plataforma de Ecologistas en Acción reclama la obligación del Ayuntamiento de advertir a este tipo de personas el peligro que existe para sus vidas.

Además, debido a las altas temperaturas y al dióxido de nitrógeno inducido por el tráfico, se está produciendo el llamado ozono troposférico u ozono «malo», que se manifiesta con mayor intensidad en zonas donde la concentración del tráfico son altas y sobre todo en los meses de verano o primavera, según Ecologistas en Acción.