Entrega en Registro de Alegaciones. / SA.

La Red Sevilla por el Clima ha sido tajante en sus alegaciones al proyecto de la ampliación del metro ligero en superficie del centro de Sevilla en el tramo San Bernardo-Nervión, sometido a trámite de Calificación Ambiental por parte del Ayuntamiento de Sevilla.

Esta entidad no ve justificada «de ninguna de las maneras ninguno de los impactos ambientales analizados (ruidos, vibraciones, freático, arbolado, tráfico y otras derivadas de las obras), además de detectar numerosas incoherencias en los objetivos que persigue el mismo».

La Red Sevilla por el Clima sostiene que la alternativa contemplada en el proyecto de reforma del viario, como consecuencia de la implantación de la plataforma tranviaria, «no garantiza ni supone una mejora de calidad ambiental ya que no se traduce en un cambio sustancial del reparto del espacio público en favor de la movilidad activa (peatón, bicicleta, etc.) y el transporte público».

Por otro lado, aseguran que «el impacto sobre el arbolado es alarmante». Según indica la entidad, unos 128 ejemplares serían arrancados sin garantías de ser trasplantados al 100%. Hecho que, a tenor de algunas declaraciones a medios por parte del alcalde Juan Espadas, «estaríamos ante un daño colateral que habría que compensar no se sabe cómo en el futuro. De nuevo, en las antípodas de la sostenibilidad ambiental y en pleno verano sevillano».

A todo ello, habría que sumar que la alternativa planteada para el cruce de las avenidas San Francisco Javier y Ramón y Cajal, «cuyo único propósito es no interferir en el tráfico existente, contempla el 40% del coste del presupuesto de ejecución material del total de la obra. Una inversión que conlleva una serie de impactos ambientales y de consumo de recursos que la invalidan como opción frente al cruce en superficie», aseguran.

Una conexión redundante

La Red Sevilla por el Clima tampoco estima justificada la ampliación del trazado del tranvía por cubrir tramos ya conectados, ya que autobuses urbanos o trenes de cercanía ya comunican las zonas en cuestión.

Por otro lado, en el proyecto de ampliación del metro ligero en superficie «no consta ningún documento que recoja la demanda potencial de viajeros de dicho medio de transporte que evidencie y explique este malgasto de dinero e irrevocable impacto ambiental absurdo».

La Red Sevilla por el Clima denuncia que este proyecto debería atenerse a los resultados de la encuesta de movilidad realizada para el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, y en cualquier caso evaluar su pertinencia dentro del marco que supone dicho Plan.

Este paso inferior, «sumamente costoso, es una oportunidad perdida para avanzar en un nuevo modelo de ciudad que ponga a las personas en el centro y proteja la salud y el bienestar del conjunto de la ciudadanía, algo fundamental en el contexto post-COVID19».

Una apuesta por los Buses de Tránsito Rápido (BTR)

Red Sevilla por el Clima reitera su posición al apostar por una red completa de autobuses eléctricos o de hidrógeno de tránsito rápido con plataforma reservada, carriles y caminos para bicicletas que conecten los distintos barrios de la urbe entre sí y con el área metropolitana, de donde procede el 50% del tráfico particular (alrededor de 200.000 vehículos).

Según la entidad, el presupuesto es muy inferior al de la ampliación del Metrocentro y la construcción de nuevas líneas de metro, y estaría en funcionamiento en muy corto plazo en comparación con la ampliación del Metrocentro o las nuevas líneas de metro subterráneo.

Otras soluciones adicionales que vienen reclamando desde la Red Sevilla por el Clima es «el billete único de transporte, para permitir conexiones entre los distintos modos de transporte público como bicicletas, tranvía, autobuses, trenes de cercanía, motos o patinetes eléctricos, entre otros»

En todo caso, concluyen, la ampliación del Metrocentro a Nervión y, en una segunda fase, a Santa Justa, «es solo un parche que no resuelve en absoluto el déficit de accesibilidad que arrastra la ciudad. Esta accesibilidad solo podrá garantizarse con un modelo urbano compacto y diverso (que mezcle usos) y un transporte público de alta calidad y electrificado a partir de fuentes renovables de energía».