Guardia Civil
Guardia Civil / SA

La Guardia Civil de Sevilla ha detenido a tres personas e investiga a una cuarta, vecinos de Sevilla capital, por delitos continuados de estafa, falsificación de documento mercantil, usurpación de estado civil y pertenencia a grupo criminal. Los detenidos eran especialistas en estafar haciéndose pasar por trabajadores de conocidas empresas de recogida y envío de paquetería.

La operación de la Guardia Civil se inició en el mes de abril, cuando se tuvo conocimiento de que una persona de La Algaba había sido estafada con la utilización de un modus operandi muy peculiar. La estafa había consistido en que la denunciante había anunciado en una página web la venta de 2 terminales móviles, una persona se había interesado en comprarlos y dijo que se haría cargo de la recogida de los móviles a través de una conocida empresa de paquetería. Al día siguiente, uno de los detenidos, haciéndose pasar por un supuesto operario de dicha empresa, recogió los terminales móviles, sin generar duda alguna en la vendedora de que el supuesto operario fuese en realidad un estafador.

Después de este hecho denunciado, la Guardia Civil tuvo conocimiento de hechos similares cometidos con idéntico modus operandi en diferentes localidades de la provincia, como Santiponce o Aznalcóllar y en la capital sevillana.

Por ello, los agentes comenzaron una investigación para esclarecer los hechos. Parecía que un grupo de personas hacía uso de documentación falsa o aportaban direcciones inexistentes para la obtención de tarjetas de telefonía móvil a nombre de terceras personas, para evitar ser identificados en las comunicaciones que realizaban con sus víctimas, contactos que siempre se realizaban a través de aplicaciones de mensajería instantánea, evitando así que pudieran conocerse sus voces u otras características que permitiesen su identificación.

No obstante, tras un arduo trabajo de análisis de las conversaciones mantenidas por los denunciantes con los autores a través de aplicaciones de mensajería o redes sociales, las características físicas aportadas por las víctimas en las denuncias interpuestas, así como el minucioso estudio realizado del uso de falsas tarjetas de telefonía usadas de forma fraudulenta  por los autores.

A pesar de contar con la dificultad añadida de que los miembros de la banda estaban aprovechando del vigente Real Decreto de Estado de Alarma por el COVID-19, para ir provistos, tal y como manda la normativa, de mascarillas y guantes, lo cual dificultaba su plena identificación. Los agentes pudieron averiguar la identidad de cuatro individuos que conformaban un grupo criminal muy activo, especializado en la comisión de este tipo de delitos, el cual estaba liderado por un conocido delincuente que se encontraba en busca y captura con una orden en vigor de ingreso en prisión emitida por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, catalogado como miembro de una organización criminal dedicada a la falsificación y expedición de moneda falsa.

También, los investigadores tuvieron conocimiento que unidades de Policía Nacional de distintos distritos de Sevilla también estaban buscando al cabecilla del grupo para detenerlo e imputarle idénticos delitos cometidos en la capital Sevillana, comunicando que esta persona era muy escurridiza, lo cual estaba provocando serias dificultades para su localización y detención, todo ello, al conocer este individuo de la orden de detención e ingreso en prisión que pesaba sobre él.

El día 31 de mayo se tuvo conocimiento de que los miembros de la banda iban a realizar la venta de un objeto que había sido previamente obtenido mediante el método de estafa mencionado, objeto que había sido identificado por su legítimo propietario al llegarle la información de la venta de éste a través de un grupo de mensajería instantánea.

Por ello, la Guardia Civil estableció un amplio dispositivo en la zona del centro histórico de la ciudad de Sevilla, concretamente se desplegaron efectivos de paisano en las calles San Esteban, Caballeriza, Imperial, y Plaza Pilatos, donde supuestamente se iba a realizar la transacción.

Finalmente se procedió a la recuperación del objeto que pretendían vender y a la detención de uno de los miembros de la banda, logrando huir el cabecilla a través de los tejados de las viviendas de la zona, ocultándose finalmente en el emblemático Edificio Histórico “Casa de Pilatos”. Al tener conocimiento los agentes, gracias a la colaboración de los vecinos, se estableció un cerco en dicho edificio, para lo que se contó con la colaboración de agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Policía Nacional, procediendo a la detención del prófugo en el denominado “Jardín Grande o de las Logías”, cuando trataba de ocultarse entre las amplias zonas ajardinadas del complejo histórico.

La operación se ha saldado con las detenciones de tres varones que corresponden de 24, 44 y 35 años de edad respectivamente, y la investigación de una joven de 19 años, siendo puestos todos ellos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia. También se han intervenido tres teléfonos móviles y diferentes tarjetas de telefonía que eran utilizadas para cometer los delitos, y se han recuperado varios objetos de alto valor económico que ya han sido entregados a sus legítimos propietarios, como son un visor monocular térmico, una máquina de bordado profesional, o dos terminales móviles entre otros, objetos valorados en más de 10.000 euros