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La Catedral de Sevilla ha celebrado hoy la festividad del Corpus Christi más atípica debido a la crisis sanitaria del coronavirus. El templo ha acogido este año una misa y una procesión claustral por sus naves.

La eucaristía ha estado presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, y ha dado comienzo a las 10:00 horas de la mañana en el Altar del Jubileo. 611 personas han podido acceder a la Catedral. Tras la ceremonia, la procesión claustral ha discurrido con normalidad por las naves de la Catedral de Sevilla. El arzobispo iba escoltado por miembros de Cáritas y sanitarios.

Tanto en la misa como en la procesión, han participado una representación de médicos, enfermeros, farmacéuticos, trabajadores de centros de personas mayores, UME, Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil, Bomberos y miembros de Cáritas y de la Cruz Roja.

«Tengo que confesar que me he emocionado en la procesión al ver a tanta gente que se hincaba ante la presencia de Cristo en la Eucaristía», ha afirmado Monseñor Asenjo. 

Tras recorrer el interior, el arzobispo de Sevilla ha llegado a un pequeño altar montado en la puerta de la Asunción para bendecir a todo el pueblo de Sevilla. A la celebración han asistido representaciones de la sociedad civil, militar y académica. Por otro lado, las hermandades, han estado representadas por el Consejo de Cofradías y la hermandad Sacramental del Sagrario.