Ante la reciente pandemia de COVID-19 se han implantado diferentes estrategias en el Servicio de Neumología del Hospital Universitario Virgen Macarena, dirigidas a pacientes afectos de fibrosis quística, que poseen un mayor riesgo de tener una presentación más grave, dada su patología pulmonar subyacente. Entre estas estrategias destaca la suspensión de consultas de revisión, fomentando la resolución telefónica de problemas a través de telemedicina, así como la entrega a domicilio de la medicación de dispensación hospitalaria, para evitar desplazamientos al hospital, y en colaboración con el Servicio de Farmacia Hospitalaria.

La Fibrosis Quística (FQ) afecta principalmente a los pulmones, aunque también a otros órganos como el páncreas, hígado o intestino. Este moco más espeso se acumula en los pulmones, produciendo obstrucción bronquial y determinando que se produzcan infecciones de repetición que condicionan una destrucción pulmonar progresiva responsable del mal pronóstico de estos enfermos. 

En cuanto al tratamiento, explica la neumóloga Virginia Almadana del Hospital Virgen Macarena,  «en los últimos años han aparecido nueva formas de tratamiento dirigidas a la corrección de la funcionalidad de la proteína CFTR con grandes expectativas. El resto de terapias están dirigidas a disminuir la viscosidad del moco y favorecer su eliminación así como al empleo de antibióticos para el control de la infección. Aún así en muchos casos, los pacientes terminan necesitando un trasplante pulmonar”.  

Por otro lado, desde las asociaciones de pacientes como la Asociación Andaluza de Fibrosis Quística, Federación Española de Fibrosis Quística, entre otras, se han habilitado recursos online que incluyen recomendaciones de actuación y medidas de prevención en relación a la enfermedad por COVID-19. 

En este sentido, las recomendaciones generales que los especialistas vienen dando a los pacientes no difieren de las realizadas a la población general, fomentando la política de quedarse en casa, el lavado frecuente de manos; evitando acudir al hospital si no es necesario, el contacto estrecho con otras personas y recomendando disponer de los medicamentos necesarios. 

“En el Hospital Virgen Macarena»  subraya la doctora Almadana, «nuestros pacientes, que suelen padecer infecciones respiratorias crónicas, ya están acostumbrados al empleo de estas medidas en su vida diaria como, por ejemplo, en el empleo de mascarillas quirúrgicas cuando se encuentran en entornos de atención médica, para de esta forma, reducir el riesgo de infección cruzada por gérmenes asociados a la FQ».