Esta semana, las hermanas del Convento de San Leandro de Sevilla se han hecho famosas por jugar al baloncesto en el patio de su claustro en los descansos de su labor. Sin embargo, un día antes, cuando todo estaba en calma, el Fundador y CEO de Laboratorios BIO-DIS, José María Cantarero, les había hecho entrega de dos máquinas de coser para facilitar su trabajo humanitario en la preparación de prendas de higiene y protección para las instituciones sociales de su entorno.

 Así mismo, las hermanas del Convento de La Encarnación, también en Sevilla, recibieron otras dos máquinas de coser de la mano del CEO de esta empresa familiar que se dedica al desarrollo, fabricación, distribución y exportación de complementos alimenticios.

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 La donación de estas máquinas de coser son un nuevo gesto solidario para ayudar en la encomiable labor que los conventos sevillanos están realizando en la elaboración de mascarillas y batas de protección para abastecer a los diferentes geriátricos, centros de mayores y dependientes, y otras instituciones tan castigadas en esta pandemia.

 José María Cantarero, agradeció la entrega y la admirable voluntad de las hermanas: “Son momentos para colaborar en estas iniciativas. Con su trabajo dan amparo al personal sanitario, a los residentes y a sus familias”.