Se trata del edificio previsto para la Fundación de Investigación de la Hispalense, que cuenta con 5.000 metros cuadrados disponibles, tiene ya licencia de obras y su construcción está contratada.

El Rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, ha informado al Consejo de Gobierno sobre la situación judicial del proyecto cultural iniciado en el Prado de San Sebastián y ha anunciado que los Servicios Técnicos de la US ya han analizado la viabilidad de ubicar la Biblioteca Central y el Archivo Histórico de la Universidad en el edificio previsto para la Fundación de Investigación de la US (FIUS), proyectado junto a los pabellones de México y Brasil, y para el que ya existe licencia municipal de obra.

Asimismo, ha propuesto que la Biblioteca Central y el Archivo Histórico de la Universidad de Sevilla, con independencia del lugar físico que ocupase, se llame Biblioteca Rector Antonio Machado y Núñez, como homenaje a uno de los más relevantes humanistas y científicos de la historia de la Universidad; catedrático de Ciencias Naturales, Decano de la Facultad de Ciencias y Rector de la US, además de padre de Demófilo y abuelo de los hermanos Antonio y Manuel Machado.

El Rector de la Universidad de Sevilla señaló a los integrantes del Consejo de Gobierno que, ante el riesgo de no alcanzar un consenso con los vecinos y con el Ayuntamiento de la ciudad, y la posibilidad de que se prolongasen las actuaciones judiciales, la US buscaba nuevo emplazamiento para su Biblioteca central y Archivo Histórico, sin que ello significara una renuncia definitiva al gran proyecto cultural público iniciado en el Prado de San Sebastián.

Ramírez de Arellano informó en el primer Consejo de Gobierno que presidía sobre la situación del proyecto de Biblioteca Central, ya que en los próximos días podría producirse un nuevo fallo judicial como respuesta a la demanda de ejecución inmediata de sentencia solicitada por los vecinos de Diego de Riaño. En este sentido, detalló las alegaciones presentadas por la Universidad de Sevilla.

El proyecto de Biblioteca Central  y Archivo Histórico de la US en el Prado de San Sebastián se concibió como un gran espacio cultural abierto a todos los ciudadanos, dotado de los más avanzados recursos para el aprendizaje y la investigación. Hubiera albergado además de la valiosísima colección del Fondo Histórico de la Universidad, un auditorio y una sala de exposiciones, recuerda la Hispalense en nota de prensa.

En dicho Fondo destacan más de trescientos manuscritos anteriores a la invención de la imprenta y uno de los escasos ejemplares de la Biblia de Gutenberg que existen en el mundo. Este edificio emblemático fue diseñado por la prestigiosa arquitecta angloiraquí Zaha Hadid para integrarse en el Prado de San Sebastián. El proyecto ha merecido los elogios de grandes arquitectos nacionales e internacionales, así como de las principales revistas especializadas.

Las obras de la Biblioteca Central se iniciaron en agosto de 2008 y fueron paralizadas once meses después, a instancia de las comunidades de vecinos de Diego de Riaño, por un auto de la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La Universidad de Sevilla presentó posteriormente recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que el 13 del pasado mes de junio falló a favor de los vecinos, aunque matizando el auto del TSJA y abriendo la puerta para una posible continuidad de las obras. Finalmente, los vecinos presentaron el pasado 6 de febrero ante el máximo órgano judicial andaluz una demanda solicitando la inmediata ejecución de sentencia.

La Universidad de Sevilla, en sus alegaciones ante la Sección Segunda del TSJA con motivo de la demanda de ejecución de sentencia presentada por vecinos de Diego de Riaño, considera que de la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo Tribunal Supremo del pasado 13 de junio, sólo puede deducirse que no es posible continuar las obras de la Biblioteca, al haberse declarado la ilegalidad de la norma urbanística que en su momento permitió y autorizó el inicio de la construcción de la Biblioteca. En modo alguno se manifiesta el Tribunal Supremo sobre la posible conservación o demolición de lo construido hasta la fecha.

Dicha sentencia del Tribunal Supremo no afirma tajantemente que no se pueda construir la Biblioteca Central de la Universidad de Sevilla en el flanco oriental de los jardines del Prado de San Sebastián, sino que se deduce de varios de sus fundamentos de derecho que el proyecto hubiera necesitado una justificación mayor en la revisión del PGOU que permitió el inicio de las obras. Es decir, si existiera actualmente una decidida voluntad por parte del Ayuntamiento de Sevilla, podría razonarse con mayor fundamento la modificación del planeamiento urbanístico y proseguir, de esta forma, con este gran proyecto cultural para la ciudad de Sevilla.

En el caso de que definitivamente no se pudiera acometer en su totalidad el proyecto público del Prado de San Sebastián por falta de consenso, la Universidad de Sevilla pondría a disposición de la ciudad lo construido por si el Ayuntamiento estimase la posibilidad de un aprovechamiento cultural de las infraestructuras existentes. En este caso, la Universidad de Sevilla estaría dispuesta a colaborar en este proyecto. Del mismo modo, la Universidad de Sevilla está abierta al diálogo con los vecinos de la zona para encontrar la solución que, de acuerdo con la sentencia judicial, mejor satisfaga el interés general de la ciudad.

Sí entiende la Universidad de Sevilla que el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Supremo y de la que pueda dictar el TSJA es plenamente compatible con la conservación de lo construido bajo rasante en los jardines del Prado, ya que no altera la condición de zona verde de dicho espacio, supone una notable mejora urbana y significaría el aprovechamiento de una inversión pública.

En este sentido, el Rector señaló que “se defenderá con contundencia la inversión pública realizada, recurriendo en su caso a las instancias oportunas, dado que entendemos que todo lo construido es compatible con una zona verde adecuadamente diseñada sobre rasante, con 80 plazas de aparcamiento en el subsuelo”.

La Universidad de Sevilla hace constar que desde que inició este proyecto en junio de 2005 se ha movido dentro de la más absoluta legalidad y que empezó las obras con licencia municipal y con el apoyo de la Junta de Andalucía. Cuando se barajó la idea de construir la Biblioteca Central de la Universidad de Sevilla en el Prado de San Sebastián, el proyecto contó con el beneplácito técnico de todos los grupos municipales del Ayuntamiento hispalense.

Ramírez de Arellano finalizó su intervención diciendo que “el proyecto cultural para el Prado de San Sebastián queda en manos del Ayuntamiento de Sevilla, que tiene siempre la potestad para modificar el PGOU, y cumpliendo la jurisprudencia sentada por el Tribunal Supremo, permitir la construcción de este o cualquier otro edificio en los jardines. Estoy, en todo caso, seguro de que todas las partes harán sus mayores esfuerzos para colaborar a una solución racional y equilibrada”.

El edificio hasta ahora previsto para FIUS y que podría acoger la Biblioteca Rector Antonio Machado y Núñez cuenta con 5.000 m2 disponibles, tiene ya licencia de obras y su construcción está contratada, por lo que podría ser iniciado de inmediato. Su plazo de ejecución es de un año. Se ubica en la Avenida de Eritaña, en la parte trasera de los pabellones de Brasil y México, en una situación equidistante de los Campus de la zona central de la ciudad, y del Campus de Reina Mercedes.

Las oficinas de FIUS se distribuirían entre su actual sede en el Pabellón de Brasil y el nuevo edificio del Centro de Transferencia de Resultados de Investigación (CENTRIUS), actualmente en construcción en La Cartuja.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...