El aeropuerto rozó los cinco millones de viajeros, tras crecer un 17,4% en relación con 2010.
El Aeropuerto de Sevilla acaba de cerrar el mejor año de su historia. Según las estadísticas de tráfico correspondientes a 2011, estas instalaciones terminaron el pasado ejercicio a las puertas de los cinco millones de pasajeros, tras crecer un 17,4% en relación con 2010.
Con un total de 4.959.365 viajeros, el aeródromo sobrepasó en algo más de un 10% el récord alcanzado a finales de 2007, arrojando una media diaria de casi 13.600 usuarios.
El grueso de los pasajeros contabilizados (4.939.880) se desplazaron en vuelos comerciales, y 66 de cada 100 de ellos tenían origen o destino en territorio nacional. Precisamente, estos viajeros aumentaron un 13,8%, lo que contribuyó de forma muy positiva a la evolución de las estadísticas.
Sin embargo, si algo marcó el comportamiento del tráfico durante 2011 fue el tirón de las conexiones internacionales. Muestra de ello es que el número de usuarios que volaron hacia o desde fuera de España subió un 24,8%, hasta 1.639.517.
La programación de las compañías aéreas resultó fundamental en ese ámbito. Y es que el Aeropuerto de Sevilla tuvo el año pasado una temporada estival (de finales de marzo a finales de octubre) histórica, con 48 destinos a disposición de los viajeros, de los que 27 eran foráneos.
En cuanto a la temporada invernal, que arrancó en noviembre, las rutas internacionales han igualado en número a las nacionales, pese al cambio que suele experimentar la demanda en estos meses -en años anteriores los segundos superaban tradicionalmente a los primeros-.
Respecto a la cifra de vuelos, el aeródromo operó entre enero y diciembre 56.029, de los que 45.476 resultaron comerciales. El total de los movimientos repuntó un 2,8%, una tasa que para el caso de las operaciones comerciales fue del 6,4%.
El balance relativo sólo a diciembre arroja un aumento del 0,6% en el número de pasajeros, al alcanzar los 330.709. Las operaciones, por su parte, ascendieron a 4.021, un 6,4% menos.
Entre las causas que explican ese leve ascenso figuran, por un lado, el hecho de que diciembre sea un mes tradicionalmente flojo en tráfico aéreo y, por otro, una cierta homogeneización del efecto de la base operativa de Ryanair, que comenzó a funcionar en noviembre de 2010.