Su fin es evitar que se arrojen al público, con la consiguiente acumulación de residuos de difícil y costosa eliminación. De esta forma, sólo podrán utilizarse caramelos blandos y otros materiales alternativos.

En 2011, en las distintas cabalgatas de los barrios se lanzaron 60.000 kilos de caramelos, de los que 31.470 kilos se quedaron en el suelo, lo que supone que un 50% de los caramelos que se arrojan quedan en las calles. Para ello, Lipasam ha proporcionado también a los distritos bolsas de gominolas o caramelos blandos, cuyas bolsitas llevan impresas el eslogan de Lipasam con una campaña de concienciación ciudadana: Sevilla limpia, el mejor regalo. Con esta iniciativa se pretende concienciar a los ciudadanos y reducir el coste de la limpieza necesaria tras el discurrir de estos cortejos.

Además, esta medida permitirá limpiar las calles en pocas horas y evitar que la suciedad se acumule, como ha ocurrido otros años. La limpieza de las calles tras el cortejo de las cabalgatas de los barrios supuso un coste de unos 16.000 euros, a lo que hay que sumar otros 6.000 en reparación de maquinaria. Por lo que, la prohibición de tirar caramelos duros supondrá una disminución importante de las averías al haber menos caramelo duro en el suelo, y los trabajos podrán realizarse más rápidamente, al reducirse el número de caramelos en el suelo.

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Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...