Palacio de Justicia y Audiencia Provincial de Sevilla / Déborah Pérez
Un jurado popular enjuiciará a partir del próximo día 23 de septiembre en la Audiencia Provincial de Sevilla a un hombre acusado de maltratar y asesinar en junio de 2017 a su bebé de 6 meses en la capital hispalense.

También juzgará a la madre del pequeño por delitos de abandono de familia y maltrato en el ámbito familiar.
De este modo, está previsto que el juicio comience el día 23 de septiembre con la constitución del jurado popular y la presentación de las alegaciones previas por las partes personadas en este procedimiento, mientras que para el día siguiente está señalada la declaración de los acusados y de varios testigos. Asimismo, el día 25 comparecerán más testigos y el día 26 los peritos.
En su escrito de acusación, la Fiscalía reclama para el acusado la pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato, 6 meses de prisión por un delito de abandono de familia y 1 año de cárcel por un delito de maltrato en el ámbito familiar, mientras que para la madre del bebé reclama 6 meses de prisión por el delito de abandono de familia y 1 año de cárcel como autora en comisión por omisión de un delito de maltrato en el ámbito familiar.
El Ministerio Público considera que los acusados mantenían una relación sentimental y tenían en común un hijo que a la fecha de los hechos contaba con 6 meses de edad y que nació prematuro, pesando sólo 1,145 kilogramos. Así, el bebé permaneció ingresado en un centro hospitalario hasta el 16 de marzo de 2017.
Según señala la Fiscalía, durante este primer ingreso, los acusados, “con desprecio a sus deberes como padres, mostraron total despreocupación en el proceso de seguimiento de las enfermedades y de recuperación del recién nacido, sin acudir a las visitas de acompañamiento y entrenamiento en cuidados”, a lo que se suma que “no se encontraban localizados, manteniendo un constante comportamiento agresivo y disruptivo con los médicos, personal y otros pacientes del hospital”.
El pequeño quedó nuevamente ingresado entre los días 17 de marzo y 8 de abril de 2017, indicando el Ministerio Fiscal que, desde el alta hospitalaria y hasta el 12 de junio, la víctima “estuvo bajo la responsabilidad exclusiva de sus padres, quienes, sin embargo, con dejación de sus obligaciones, no le procuraban los cuidados necesarios y le daban de comer a su antojo, dejándole en alguna ocasión más de 12 horas sin comer”.
Además, la acusada “le retiró el suplemento de hierro y la leche especial prescrita por los facultativos”, mientras que, “a pesar de conocer la importancia de los controles médicos del niño”, ambos encausados “evitaron su control médico” por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y no acudieron a nueve citas programadas en Neonatología, todo ello “para que no se detectase la ausencia de cuidados debidos, los signos de desnutrición del niño, que perdía peso progresivamente, o los hematomas sufridos”, según asevera la Fiscalía.
En este sentido, precisa que, en mayo de 2017, el acusado, al intentar que el niño se tomara la leche del biberón, “como quiera que no paraba de llorar, de forma agresiva le apretó con fuerza la cabeza con una de sus manos y con la otra le presionó las mandíbulas, provocándole hematomas en la cara”. El Ministerio Público indica que, como el niño seguía llorando, el investigado “lo zarandeó, cogiéndolo con una mano de la cabeza y la otra en el cuerpo”, mientras que la madre, “que presenció la agresión, no hizo nada por impedirlo y tampoco lo llevó al médico para curarle”.
Sobre las 14,00 horas del 12 de junio de 2017, y según expone la Fiscalía en su escrito de acusación, el investigado, “con ánimo de causar la muerte a su hijo, quien no tenía capacidad alguna de defensa dada su corta edad, o, en todo caso, sin importarle que se muriera, apretando su cabeza, la chocó violentamente contra una superficie lisa y dura no determinada, al tiempo que lo zarandeaba de forma brusca y acelerada”.
La Fiscalía agrega que el bebé sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que le provocó una triple fractura craneal, por lo que ingresó en Urgencias de un centro hospitalario sobre las 15,40 horas del 12 de junio, manifestando en ese momento el acusado “que se había atragantado con la leche del biberón, ocultando en todo momento la violencia desplegada por él y el golpe mortal dado al niño”.
“A pesar de los esfuerzos terapéuticos realizados en los días posteriores en el Hospital”, y debido a las lesiones sufridas, el bebé falleció a las 10,35 horas del 17 de junio de 2017. El acusado permanece en situación de prisión provisional por estos hechos desde el 15 de junio de 2017, mientras que la madre se encuentra actualmente en libertad provisional.