Marihuana descubierta en la operación / Guardia Civil

La Guardia Civil ha localizado una plantación de marihuana oculta en un zulo bajo el desagüe de un invernadero de cultivo de fruta tropical. Hay 23 detenidos; operaban en Sevilla, Málaga y Córdoba. En 13 registros se ha incautado 2.800 plantas de marihuana, 10 kilos de cogollos, 863 gramos de cocaína, 21 kilos de hachís, 13 vehículos y un arma de fuego.

La Guardia Civil, en el marco de la denominada operación Bora White, ha localizado varias plantaciones de marihuana ubicadas en viviendas, cortijos y naves, una de ellas con 860 plantas, oculta en un zulo bajo el desagüe de un invernadero de cultivo de de fruta tropical, en la localidad de Almogía (Málaga). A este zulo se accedía a través de un sofisticado sistema de ocultación que se encontraba bajo una rejilla de desagüe.

La marihuana, una vez cultivada, cortada y secada, era dispuesta en bolsas envasadas al vacío y vendida a otros grupos criminales que, posteriormente, la transportaban, oculta en dobles fondos practicados en vehículos, hasta el norte de Europa. La marihuana también era intercambiada por cocaína que era distribuída entre los consumidores de las poblaciones de Benamejí (Córdoba), La Roda (Sevilla) y Antequera (Málaga).

Una «novedosa» plantación

El abundante fluido eléctrico necesario para llevar a cabo este tipo de cultivo ilícito era producido por un generador eléctrico de gasoil, que se encontraba oculto en un contenedor metálico de transporte, ubicado en el exterior de la finca donde se hallaba esta novedosa plantación. Lograban eludir así las posibles investigaciones de las compañías eléctricas por enganches ilegales de electricidad, normales en esta tipología de delito.
Hay 23 personas detenidas y se han desarticulado varios grupos delicitivos que operaban en las provincias de Málaga, Córdoba y Sevilla. Se han realizado 13 registros en los que se han aprehendido en total 2.800 plantas de marihuana, 10 kilos de cogollos de esta droga, 863 gramos de cocaína, 21 kilos de hachís, 13 vehículos, un arma de fuego y efectos procedentes de diferentes robos cometidos en viviendas.
La investigación comenzó hace un año, cuando los agentes detectaron varios grupos criminales, con distintos cometidos, pero todos relacionados entre sí y con una función principal, el cultivo de marihuana.
Todas las plantaciones de marihuana producían, al menos tres cosechas anuales, que generaban elevados beneficios. Además disponían de sofisticados sistemas de seguridad y contaban con vigilancia personal las 24 horas del día. Al cabecilla de la organización se le intervino un revolver del calibre 38 que usaba como autodefensa.