Imagen de la petición por la apertura de la biblioteca los sábados / Change.org

Una petición en Change.org es el medio con el que se están dando a conocer. Son un grupo de niños y padres de Los Verdes, en las Tres Mil Viviendas, que luchan para lograr que la Biblioteca Púbica del barrio abra los sábados.

Los niños y niñas de las plazoletas conocidas como Los Verdes del barrio de las Tres Mil Viviendas de Sevilla se reúnen los sábados en la calle en torno a uno o dos libros. En la nota que acompaña a la petición digital añaden que «están ávidos de leer, de conocer. Cogen los libros uno detrás de otro sin haberlos todavía terminado. Desean poder tocarlos, investigar en sus páginas, inventan sus propias historias sobre un mismo cuento ya leído y proponen juegos con las ilustraciones». Pero buscan mejorar los espacios de encuentro y «reflexionan sobre ello»: “Queremos poder acudir a la biblioteca del barrio los días de biblioteca de calle, el sábado cuando todo está cerrado”.

«Desde el verano de 2018 acuden todos los sábados al centro cívico El Esqueleto», donde está la biblioteca, para ver si un día la encuentran abierta. Pero no es así. «En la primavera de 2019 deciden hacer algo. Todos están de acuerdo en una cosa: se merecen poder ir a la biblioteca el fin de semana y lo que es bueno para ellos lo es también para otros».

Deciden escribir «una carta, sobre un papel ya utilizado, en una mesa que cojea y sin goma para poder corregir. Pero da igual, hay que escribirla, lo tienen claro». Piden que se abra la biblioteca del barrio los sábados. Se van pasando el lápiz casi sin punta y no dejan que otros firmen por ellos aunque aún no sepan escribir muy bien. Todos quieren firmar por sí mismos.

«Han pasado a la acción y sus padres les apoyan, están orgullosos. Se recogieron firmas y se enviaron a la Directora del Distrito Sur, y a la Comisionada para el Polígono Sur (representación del Ayuntamiento en el barrio). Han tenido una primera respuesta oficial del Comisionado con la promesa de poder reunirse en septiembre directamente con los niños y niñas para valorarlo».

Estos niños y niñas comienzan, desde pequeños, a seguir el ejemplo de sus padres, de lucha por una vida digna. Se han movilizado por una meta común, buena para ellos y para el resto de personas, pequeñas y adultas, del barrio. Ahora piden apoyo para seguir sumando a su reivindicación y conseguir un espacio de encuentro, donde poder acceder a libros y al uso de ordenadores. «Sabemos que es una empresa difícil pero vamos a seguir adelante con este grupo que tiene claro que la forma de respetarlos es escuchar y tener en cuenta sus propuestas de mejora para el barrio. Como reza en la Declaración de los Derechos del Niño y la Niña: los niños y niñas tienen derecho a gozar de libertad de expresión y se debe tener en cuenta su opinión sobre los asuntos que les afectan».