En junio de 1988, el actual duque de Alba y la hija de los marqueses de Motilla contraían matrimonio en el mismo sitio que lo harían Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo.

Históricamente, la capital andaluza ha albergado enlaces de personajes de relevancia. En un principio, la aristocracia monopolizó este tipo de eventos, una tendencia que se rompió este año.

La Catedral de Sevilla fue testigo de bodas que acapararon las mejores portadas del papel cuché. Repasamos las parejas más relevantes que se dieron el sí quiero en Sevilla, en un recorrido que se inicia hace casi ochenta años.

La boda de la duquesa de Alba

Sería en octubre de 1947 cuando el altar mayor de la Catedral albergaría la boda de Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo. Un carruaje llevó a la novia hasta el lugar, pasando por unas calles abarrotadas en las que se congregaron alrededor de 3.000 personas. Según informa la revista Hola, el enlace costó alrededor de 120.000 euros. Al cambio, una auténtica barbaridad.

En junio de 1988, el actual duque de Alba y la hija de los marqueses de Motilla contraían matrimonio en el mismo sitio que lo harían Cayetana de Alba y Luis Martínez de Irujo. Carlos Fitz-James Stuart y Matilde Solís gozaban de un privilegio que entonces sólo alcanzabas si tenías sangre real o cierto linaje aristocrático. Contó con más de 2.000 invitados y el hermano de la novia oficiando el enlace.

Siete años después, la infanta Elena y Jaime de Marichalar contraían matrimonio en una ceremonia presidida por Monseñor Amigo, en un enlace que congregó a miles de personas alrededor de la Catedral. Desde primera hora de la mañana, la gente se agolpó para saludar y felicitar, aunque fuera desde lejos, a un matrimonio que acabaría cesando temporalmente en su convivencia conyugal, como se encargaron de anunciar.

En 1998, la casa de Alba volvió a protagonizar una boda relevante en la ciudad de Sevilla, con el enlace entre la única hija de la duquesa y Francisco Rivera Ordóñez. La aristocracia y el toreo se daban el «sí quiero» en una localización que, a diferencia del enlace entre el duque de Alba, no fue el altar mayor sino el trascoro. La boda fue retransmitida en directo por Televisión Española y contó con más de mil invitados.

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Y llegamos a 2019, año en el que se rompió con la tendencia, abriendo la Catedral a enlaces de similar repercusión, pero con distintos protagonistas. Un futbolista, Sergio Ramos, y una presentadora de televisión, Pilar Rubio, pusieron patas arriba el centro de la ciudad para volver a situar a Sevilla como el centro de atención de la prensa rosa y no tan rosa.

Una ceremonia por todo lo alto, con celebridades a la altura de los Beckham o Florentino Pérez, así como una fiesta en las que no se escatimaron detalles conformaron un enlace del que se siguen conociendo momentos. Norias, coches de choque, Europe en el escenario y Amazon de fondo, inmortalizando cada instante para el documental que protagonizará el camero.

Casi dos semanas después, otra semana elegía la capital andaluza para que fuera el escenario de la que, hasta hoy, es la última gran boda en Sevilla. La diseñadora e influencer Rocío Osorno se casaba a las seis y media de la tarde del 29 de junio con Jacobo González-Robatto Perote. La ceremonia religiosa tuvo lugar a las 18.30 en la capilla del Sagrario de la Catedral de Sevilla. Tanto Ramos como Osorno han demostrado que los grandes enlaces no están reservados para la aristocracia.

Periodismo en radio e Internet. Director y presentador del 'Estilo Betis' de Beticismo.net, en NeoFM Sevilla, analista en Beticismo.net y editor en SevillaActualidad.com.

One reply on “Sevilla, historia de las grandes bodas”

  1. La Catedral y el Sagrario están siempre disponibles a cualquier persona que quiera casarse en ambos templos, lo único reservado a la aristocracia es el Altar Mayor.

    Nada de extraordinario dos bodas de sevillanos casándose en Sevilla.

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