Tanto FEVES como FPAAVV, las dos federaciones de asociaciones vecinales de Sevilla, han manifestado su “total desacuerdo” con unas protestas que tienen un “corte xenófobo y racista”.

Varias asociaciones vecinales, algunas de ellas sin implantación real en el barrio de la Macarena, han convocado para esta tarde una recogida de firmas frente al centro de inserción sociolaboral gestionado por la Fundación SAMU en el que desde hace escasos días residen varios menores extranjeros no acompañados. Adelante Sevilla cree que esta convocatoria puede lesionar gravemente los derechos de estos menores, cuyo estatus legal está protegido tanto por la legislación estatal como internacional. Para Sandra Heredia, concejala de Adelante Sevilla, “la práctica de señalar una vivienda donde residen menores de edad, además de estar tipificada como delito de odio, puede lesionar gravemente los derechos fundamentales de estos niños y niñas”.

Adelante Sevilla entiende además que las protestas contra el centro de inserción sociolaboral han sido fomentadas por individuos de extrema derecha y vinculados a Vox “con la intención de culpabilizar a unos menores recién llegados de todos los problemas del barrio”, apunta Heredia. La concejala de Adelante señala además que “hay quien se aprovecha del malestar de los vecinos del entorno de la calle Perafán de Ribera por la saturación de los servicios de atención a las Personas Sin Hogar para incitar a un brote xenófobo dirigido contra unos niños y niñas que han sido alojados en un centro que se ubica a casi un kilómetro y medio de distancia”.

La confluencia sevillana de izquierdas comparte la preocupación de FEVES y de la FPAAVV, las dos federaciones representativas de las asociaciones vecinales de la ciudad, que han manifestado públicamente su “total desacuerdo” con unas protestas “de corte xenófobo, racista y clasista”. Adelante Sevilla también suscribe la petición formulada al Defensor del Menor por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) para que se investigue “la incitación al odio y al racismo” que está teniendo lugar en el barrio de la Macarena.

Sandra Heredia cree que “Juan Espadas no puede ponerse de perfil ante lo que está sucediendo en la Macarena”, porque “la desidia y la dejación de funciones del gobierno municipal ha generado el caldo de cultivo del que se está aprovechando la extrema derecha para fomentar un brote de odio en un barrio que siempre ha sido ejemplo de solidaridad”.